Resumen
El trabajo del psicólogo en un equipo amateur de fútbol permite ayudar al logro del mayor rendimiento posible a la hora de la competencia: esto es, potenciar y entrenar mentalmente aptitudes psicológicas como la confianza, la concentración, la motivación, y el aislamiento de presiones internas y externas. Como así también ayudar a cohesionar al grupo, ayudar a mejorar la relación entrenador-jugadores.
A la vez puede intervenir en el área de la prevención, para evitar y/o minimizar los prejuicios que provoca en los jóvenes jugadores la deserción escolar, expulsiones, lesiones, inductores de stress y adicciones a sustancias nocivas.
Palabras clave: Fútbol amateur. Prevención. Psicología aplicada.
Abstract
THE SPORT PSYCHOLOGIST IN THE AMATEUR FOOTBALL/SOCCER: THE PREVENTION
The psychologist working in an amateur team of football/soccer allows to get the best of the achievement during the competition time: this means, exploit and mentally train psychological aptitudes like trust, concentration, motivation, and the isolation of internal and external pressures, as well as help to make a cohesion in the group, help to improve the relationship coach-players. As the same time it intervene in the area of the prevention, in order to avoid and/or minimize the prejudices that it cause the school desertion, expulsions, lesions, stress, and addictions to noxious substances in the youth players.
Key words: Amateur football/soccer. Prevention. Psychology.
Desde hace dos años me desempeño en este club, integrado al cuerpo profesional que conduce las divisiones inferiores de fútbol (ahora denominadas juveniles).
Hablamos de una población de 170 adolescentes de entre 13 y 21 años con una misma pasión y un mismo objetivo pero con diferentes familias, personalidades, diferente extracción social, aptitud psicológica, etc.
Es bien sabido que el trabajo del psicólogo, como el del entrenador, preparador físico o médico, se mide por su eficacia. Pero hay que decir, en este caso, que se trata de un trabajo invisible, a veces imperceptible, y que no luce. Y con efectos verdaderos a largo plazo, aunque haya resultados también en el corto y mediano tiempo.
Los dos grandes objetivos que guían la tarea del psicólogo del deporte son:
- La prevención y promoción de la salud mental del deportista, enmarcada en el plano de «la
formación» del ser humano. - El mayor rendimiento posible a la hora de la competencia: esto es, potenciar y entrenar mentalmente aptitudes psicológicas como la confianza, la concentración, la motivación, y el aislamiento de presiones internas y externas. Como así también ayudar a cohesionar al grupo, ayudar a mejorar la relación entrenador-jugadores, etc.
Los que trabajamos en fútbol amateur, en cualquiera de las ciencias aplicadas que se trate, sabemos que a diferencia del alto rendimiento (profesionalismo) el eje no está puesto exclusivamente en los resultados, sino en la promoción del mayor número de jugadores posibles (y bien «formados») al fútbol profesional. La mayor cantidad y calidad de semillas posibles para cosechar.
Es así, que hoy, me referiré tan solo al primero de los dos grandes objetivos descriptos, e intentaré transmitirles algunas de las tareas que venimos desarrollando con los jóvenes deportistas en el planos de la prevención, que significa educar, anticiparse a algo.
Los temas a desarrollar son PREVENCION DE:
- Deserción escolar;
- Expulsiones;
- Lesiones;
- Inductores de stress;
- Cigarrillo, alcohol, drogas.
a. Deserción escolar. Intentamos sortear falsas dicotomías a las que se ven expuestos los adolescentes. Una de las más comunes es: jugás o estudiás, dicho por alguno de los padres o algún profesor (hay otra como jugás o tenés novia).
Buscamos orientarlo ya que, si organiza bien su tiempo, el jovén podrá entrenar, jugar, estudiar, tener novia, estar con la familia y amigos, etc sin ser un superpibe ni quedar apresado por las exigencias y las obligaciones. Pudiendo rendir en todos los planos, sin perder sus intereses y motivaciones.
Sabemos que en la constitución de la personalidad de un individuo, la educación es una parte muy importante. Hoy, nuestra cultura nos muestra, que la desocupación alcanza mayores índices en los niveles de menor educación. Es un dato de la realidad. Además, es positivo que el jovén tenga otro grupo de pertenencia (otra institución), además del fútbol, para no saturarse y porque comprobamos que reduce sus niveles de ansiedad.
Hoy, para los adolescentes, en su gran mayoría, ir al colegio no es sinónimo de estudio, sino de pasarla bien y zafar. Vale subrayar, lo mismo que trabajamos con los futbolistas: el fútbol es una carrera corta, y en el mejor de los casos que lleguen (sin imponderables como lesiones mediante), les pregunto ¿Qué harán los otros 45 años de vida?
Partiendo de la base, que la educación les da más elementos para enfrentar una vida, cada vez más difícil, es que instrumentamos una metodología de detección, atención y prevención de la deserción escolar, con un dispositivo de trabajo grupal y/o individual según los casos.
Hoy, podemos decir que, si tomamos las tres divisiones menores, esto es novena octava y séptima (con edades de entre 13 y 16 años), hay solamente cuatro de noventa que actualmente no estudian. Por distintas circuntancias, uno en novena otro en octava y dos en séptima (uno de los cuales trabaja). En la séptima división detectamos cinco casos y conseguimos que, luego de algunas charlas, tres retomaran los estudios.
También al citar a los padres, subrayamos la importancia del rol de ellos en esta tarea de prevención. En las divisiones superiores hay mayor porcentaje de abandono, debido al acercamiento al profesionalismo, a la exigencia escolar y deportiva, a las motivaciones personales propias de la edad, etc. Allí prevenimos varios casos, aunque ya en el plano individual: muchas consultas espontáneas previas al abandono.
Instrumentar la «obilgatoriedad» es un objetivo de todos, por el que debemos seguir trabajando.
Continuará…
Artículos Relacionados: