Si tienen la fortuna de viajar a Israel próximamente, y llegan a tener un tiempo libre en Jerusalem, les quiero recomendar pasear por la vía peatonal de la calle Yoel Moishe Salomon el el centro de la ciudad y tomarse una hora para visitar el FOZ, Friends of Zion Museum.
El museo fue abierto recientemente con la colaboración de miles de cristianos y judíos alrededor del mundo y es un tributo a ilustres personajes a lo largo de la historia que a pesar de no ser judíos, contribuyeron enormemente con el movimiento zionista y la creación del Estado de Israel.
Francamente pensaba solo ver de que se trata por unos 15 minutos, como para ponerle palomita a otro lugar más, al entrar, la guía me condujo a lo que llaman el elevador del tiempo y que creen, dos horas despues salí del FOZ, lleno de emoción, satisfecho por lo que aprendí y encantado por la ingeniosa tecnologóa de sus presentaciones.
La visita no la haces solo, la tienes que reservar y realizar en horarios predeterminados acompañado de un guía que activa los dispositivos audiovisuales, si quieres hacerla en español la debes reservar previamente. El máximo en cada grupo es de unas 15- 20 personas.
Todo inicia frente a una gran pantalla en la que Shimon Perez Z’L da la introducción, luego inicia con un espectacular video de Israel de hoy filmado desde el aire mientras que en el piso se ilumina un mapa en relieve topográfico y una luz te va indicando donde te encuientras.
Cada piso es una sala de exhibición que cuenta la historia del anhelo del pueblo de Israel de regresar a su tierra ancestral, entre historias de soñadores, visionarios y heroes, reconocerás personajes como Harry Truman, Orde Wingate, Oscar Shindler o Winston Churchil pero especialmente te sorprenderá la labor de tantos, casi desconocidas personalidades que debemos recordar siempre, como el arqueologo Edward Robinson que descubrió el tunel secreto bajo el Bet Ha Mikdash y sus publicaciones sobre la tierra de la biblia durante el siglo 19 que fueron motivo de inspiración para el movimiento zionista, o personajes como Laurence Oliphant y su relación con el Hatikva, el himno de Israel o de justos entre las naciones que sacrificaron sus vidas para salvar a judíos durante el holocausto.
El Foz para mi es además de un excelente museo de historia un muy merecido homenaje a los amigos de Israel y vale mucho la pena conocer.
Roni Rubinstein
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