A casi tres años de haber iniciado mis comentarios para Radio Educación que después han sido amablemente difundidos por CIMAC Noticias y por Diario Judío, he tomado la decisión de interrumpirlos por unos meses. Los motivos son por una parte dejar descansar a quienes aún tienen paciencia para seguirlos y por otra, renovar mis agotadas esperanzas de que algo pueda cambiar en el país. Es por eso que decidí concluir esta mi primera experiencia de comunicación a través de este medio formulando algunos buenos deseos con el fin de ver si algo ocurre en los próximos meses.
1. Creo que para muchos el deseo más importante es que nuestros jóvenes, hombres y mujeres, dejen de ser víctimas y victimarios de la delincuencia y encuentren las oportunidades de vida que les permitan desarrollarse como personas dignas.
2. Que aquellos que nos gobiernan comprendan que una política económica que privilegia la estabilidad económica, propicia un crecimiento mediocre de la economía, abate la generación de empleos y mantiene una política laboral que deprecia el valor del trabajo humano subyace como causa estructural de las diversas violencias que padecemos.
3. Que la simulación, la corrupción, la impunidad y la avaricia desmedida privatizan recursos que son de todos y todas que deberían usarse para mejorar el bienestar de muchos y no los excesos de unos cuantos. Además, generan un ambiente de desconfianza que impide la construcción colectiva de futuro.
4. Que los partidos políticos comprendan que su desmedido afán por el poder mantienen en conflicto a las familias y a las comunidades y contribuyen a la destrucción del ya de por si precario tejido social. Que muchos estamos cansados de sus altos niveles de corrupción, de su ineficacia como gobernantes y de su permanente simulación.
5. Que la caída de Elba Ester Gordillo no sea sólo un castigo para quién durante tantos años sirvió a los poderosos para controlar a un sector importante de la clase trabajadora y se le permitió enriquecerse a costa de esta, sino que marque un camino para sancionar igualmente a los políticos y empresarios corruptos, así como a otros liderazgos sociales que han abusado de los recursos públicos y de los sectores subordinados.
6. Que los órganos autónomos de estado como el IFE, la CNDH, el INEGI, incluso el IFAI y sus equivalentes a nivel estatal, se conviertan en contrapesos efectivos de los abusos del poder y queden a cargo de personas independientes, con calidad moral y conocedoras de las materias correspondientes.
7. Que la procuración, impartición y administración de la justicia en México sean ejercidas por profesionales comprometidos con la verdad, con el debido proceso y con el respeto a los derechos humanos de todos los mexicanos.
8. Que el Congreso finalmente se decida a terminar con la alta concentración de los medios de comunicación electrónica en nuestro país que tanto daño ha causado para el avance de nuestra democracia y de nuestra cultura.
9. Que ojalá y se fueran de nuestro país las compañías mineras canadienses, las desarrolladoras turísticas y de energías alternativas españolas, las franquicias refresqueras que acaparan las aguas para consumo humano y todas esas inversiones nacionales y extranjeras que agotan los recursos, destruyen el entorno y despojan de sus recursos naturales a las comunidades y pueblos indios.
10. Que podamos construir un país que dialoga en paz, reconoce su diversidad y encuentra su camino para salir del enorme foso de las violencias y la delincuencia, con su lastre de destrucción y muerte.
11. Que podamos en fin, remontar la profunda desigualdad que merma las posibilidades de tener una ciudadanía comprometida con un proyecto de país donde todos quepamos y nos reconozcamos como conciudadanos con igualdad de derechos.
Muchas gracias a Radio Educación y a su director Carlos Antonio Tenorio por haberme brindado este espacio de libertad de expresión al invitarme a participar como comentarista editorial. Un reconocimiento para todo el equipo de profesionales que con su trabajo defienden este importantísimo e histórico bastión de la democracia y la convivencia en los medios. A José Luis, a Maru y a Andrea la promesa de que nos volveremos a encontrar en un futuro no muy lejano.
Hasta pronto.
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