Pregunta N° 10
Meta: Evaluar los niveles de autosuperación.
Respuestas: La amplia mayoría están orientadas al crecimiento y maduración en el puesto producto del trabajo cotidiano. Sin embargo, entre líneas se observa como en algunos casos la meta se ha transformado en no cometer errores, produciendo esto niveles de auto-exigencia no controlables que terminan mermando el rendimiento de ese deportista. El arquero también debería tomar conciencia de que es un ser humano y que se puede equivocar (ídem árbitro), pero parece que la presión es tan grande que solo se siente bien cuando tiene una actuación perfecta, es decir, casi nunca. Se debe trabajar para ser el mejor pero se debe ser conciente de las limitaciones y también se debe observar que aún los mejores cometen errores.
Pregunta N° 11
Meta: Evaluar el autoconcepto del puesto.
Respuestas: El 90 % dijo que Gatti estaba equivocado. Defendieron la posición con argumentos como “es un puesto lindo”, “parece bobo pero no lo es”, “podés salvar partidos”. Defender esta posición lo entendemos como una manera de preservar la autoestima, no desvalorizando ni el puesto ni a uno mismo. El único que dijo que si lo justificó diciendo “los errores se notan más que en otro jugador”, con lo cual este arquero está asociando el error con la bobería…
Probablemente esto afecte en consecuencia su autoestima por dos motivos principales. Primero, por lo ya señalado en relación a que cualquier ser humano puede cometer un error en cualquier momento y pensar que un error convierte a una persona en un bobo es cargarse con demasiadas exigencias.
Segundo, porque es conveniente que una persona que está expuesta a cometer errores proteja su autoestima dándose cuenta que todos los errores que pueda cometer no le quitan nada de valor como ser humano. Lamentablemente en alto rendimiento importa muy poco si es una buena persona, en proporción de lo que importa su performance y su eficacia orientada al éxito.
Pregunta N° 12
Meta: Evaluar el autoconcepto del puesto.
Respuestas: En el 100 % de los casos se responde afirmativamente. Se justifica esto desde dos ángulos: lo táctico y lo psicológico, destacándose este último aspecto con mayor frecuencia. Entre los del primer grupo se destacan frases como “porque es el jugador que ve todo el partido desde atrás y ordena al equipo”. Entre los que dieron argumentos apoyándose en lo psicológico se encuentran las siguientes expresiones: “en él se basa la confianza del equipo y la tranquilidad”. En otros casos agregan la palabra “seguridad” o que el equipo tiene menos presión si confía en su arquero.
Como se verá en oposición a la frase de la Pregunta 11, Fillol valoriza el puesto de acuerdo al pensamiento de la mayoría de los arqueros y además observamos lo decisivo que se convierte lo psicológico para el arquero, tanto respecto de su personalidad como en función de su equipo.
Pregunta N° 13
Meta: Evaluar la complejización del puesto.
Respuestas: Las respuestas son variadas pero todas en positivo. El concepto que se repite es que el arquero es un jugador más que primero tiene que cumplir con su función específica que es la de atajar y que una vez cubierta ésta puede intentar hacer un gol, siempre y cuando el entrenador lo permita y sea útil para el equipo.
Es cierto que al arquero cada vez se le exige más: jugar con los pies, no retener el balón más de 6 segundos, hacer goles, etc., y eso les gusta porque ganan en protagonismo, en algunos casos las nuevas exigencias pueden transformárseles en una presión extra para las que pueden o no estar preparados.
Pregunta N° 14
Meta: Evaluar la percepción de las exigencias comunicacionales del puesto.
Respuestas: Las respuestas son todas afirmativas destacando el lugar posicional privilegiado donde está ubicado el arquero, la obligación de hablar, la necesidad de alentar “bien” a sus compañeros (sobre todo a los defensores), y dar ánimo al equipo. En este sentido la siguiente frase resume el sentir de los encuestados: “es muy importante que el arquero aliente porque le da más motivación, seguridad y ganas de jugar al equipo”. Se ve una coherencia con las respuestas de la Pregunta 12 y en el punto de “alentar bien” vale la aclaración porque hay arqueros que quieren apoyar a sus compañeros y no saben como. Muchas veces terminan agrediendo, reprochando y hostilizándolos, además de dejarlos en falta delante del entrenador, el equipo y el público.
Pregunta N° 15
Meta: Evaluar la valorización de la especialización.
Respuestas: Todos los que tuvieron experiencia con un ex-arquero (el 50 % de la muestra) destacan los valores de la situación de aprendizaje. A saber, que el especialista sabe transmitir, mucho mejor que un entrenador que no fue arquero, las mañas, los secretos y las pequeñas cosas del puesto (“me enseñó a pararme en el arco”).
Por otro lado, el 50 % que no lo tuvo quisiera tenerlo, lo cual afirma la importancia de los especialistas en las divisiones inferiores.
Pregunta N° 16
Meta: Evaluar la preparación psicológica para una instancia específica.
Respuestas: Como era previsible, la mayoría de los arqueros dijo no utilizar ninguna técnica específica, lo cual nos está marcando la posibilidad de trabajar este aspecto descuidado (hay partidos que se definen por un penal). Lo que más se repetía eran frases tales como “elijo un palo y me tiro”, “analizo como se para el jugador”, “trato de mirarlo fijo”, “trato de ponerlo nervioso”.
Otros intentan recurrir a la tranquilidad en el momento del penal pero sin tener una técnica específica para lograrlo. Lo que más llamó la atención fue aquel que buscó paz interior encomendándose a Dios (“pronuncio una oración”).
Pregunta N° 17
Meta: Evaluar la autopercepción del factor psicológico en el puesto.
Respuestas: Aquí las respuestas fueron variadas, a continuación ofrecemos un listado de las principales cualidades vertidas: “huevos”, actitud, personalidad, concentración, tranquilidad, control, confianza, alentar, tolerar, transmitir seguridad, ser espontáneo, saber hablar, tener presencia, ordenar, demostrar bravura.
Como se puede observar, no cualquiera tiene las condiciones psicológicas necesarias para ser arquero.
Es interesante señalar que la mayoría de las condiciones señaladas por los encuestados, contrariamente a lo que la opinión pública considera, son conductas o cualidades que se pueden incorporar, desarrollar y perfeccionar si se trabajan adecuadamente. Por lo general se piensa que con estas aptitudes y actitudes se nace, sin embargo, la experiencia de quienes trabajan en el campo de la Psicología del deporte indica que se pueden aprender y mejorar cuando existe la motivación adecuada para ello.
Pregunta N° 18
Meta: Evaluar la valoración atribuida a las aptitudes necesarias para el puesto.
Respuestas: Los números indican 8 votos para Concentración, 4 para Objetivos claros, 3 para Motivación y 1 para Autoestima y Control de presiones (se podía elegir más de un ítem).
Es posible que la respuesta de Concentración haya sido influida por la Pregunta 16. Igualmente, en toda esta investigación despunta como una aptitud psicológica imprescindible para este puesto.
Los Objetivos claros y la Motivación que sumados obtienen siete votos, están íntimamente relacionados, ya que no puede sostenerse la motivación a lo largo del tiempo si no hay un planteamiento de objetivos claros.
Con respecto al único voto obtenido por la Autoestima y el Control de presiones, debemos suponer que no han sido entendidos o se desconoce el significado de los mismos ya que parece significativo que dos atributos tan decisivos sean tan poco tenidos en cuenta.
Como se observa, entre las virtudes se destaca la Personalidad (o sus equivalentes “Temperamento” y “Carácter”) y la precisión que tiene Chilavert al patear el balón, cuestión que no es fundamental para el puesto. Resulta curioso que algo que sí hace a la esencia del puesto (volar o tirarse) sea considerado un defecto en este encumbrado arquero. Se podría argumentar, como sugiere una de las virtudes mencionadas, que no necesita volar porque sabe pararse bien.
El hecho de señalar su personalidad como virtud encuentra su contracara en que, justamente por su carácter, este jugador sea considerado como “agrandado” o que “habla mucho”. Es importante que los jugadores puedan desidealizar a los supuestos ídolos y se den cuenta de que ellos también tienen defectos, cometen errores y que después de todo también son humanos.
Pregunta N° 20
Meta: Evaluar la disposición al cambio y a la mejoría.
Respuestas: Siete respondieron que “sí”, 2 “no sé” y uno directamente “no”. Este último respondió que no le parecía importante y que ya tenía concentración. Es de mencionar que este arquero tenía una marcada resistencia al cambio y temor a lo nuevo. Se destaca entre las respuestas afirmativas frases como, “si es para bien, bienvenido sea”, “si, porque me va a dar seguridad, confianza, tranquilidad y ganas para jugar” o “si, porque me cuesta mucho concentrarme”.
Pregunta N° 21
Meta: Evaluar origen de la elección.
Respuestas: Aquí no se ve una tendencia marcada, la mitad fue defensor o delantero y la otra mitad toda la vida fue arquero. Esto sirve para desmistificar una verdad falsa que circula en el fútbol que indica que el arquero nunca elige ser arquero y que antes había sido jugador de campo.
Una forma más de desvalorizar el puesto.
Conclusiones
Este cuestionario, creado especialmente para esta investigación, buscaba bucear y explorar en los aspectos mentales y afectivos de un arquero juvenil. La búsqueda incluía tanto variables conocidas como otras que no llaman tanto la atención.
Consideramos que si bien es una muestra chica sirve como referencia inicial para continuar con los estudios en un tema muy conversado pero poco investigado.
La intención es perfeccionar este instrumento a través de su aplicación sucesiva y comparativa con otras muestras y otras poblaciones. Consideramos que realizando algunas modificaciones específicas se podría utilizar en otros deportes como el hockey sobre césped, handball, waterpolo, etc.
Si bien en cada ítem desarrollamos un análisis y conclusión que intentan delinear en el conjunto de la investigación el perfil psicológico del arquero juvenil, plantearemos a continuación una síntesis final.
Algunas consideraciones finales
Como podrá observarse son muchos los elementos que se deslizan de esta investigación. Lo que básicamente quisiéramos puntualizar respecto del perfil psicológico del arquero, a partir de las opiniones vertidas por los jugadores, tiene que ver con que:
- El arquero no puede cometer errores. Un error en este puesto es igual a una gran pérdida, debido, entre otras cosas, a su gran exposición. El hecho de ser humano pasa a un segundo plano.
El arquero siente, a raíz de todo esto, un alto nivel de autoexigencia y de autopresión, aún cuando cuente con el apoyo de los compañeros y del entrenador. Es casi imposible que luego de un gol no lo asalte el pensamiento negativo “lo podría haber evitado” y su consecuente sentimiento de culpa.
Existen condiciones psicológicas necesarias para responder al puesto que se desatacan claramente a lo largo de esta investigación. Se destacan: la personalidad, la fortaleza anímica, la “garra”, la viveza, la concentración permanente, el apoyo a los compañeros. El arquero se sabe parte del equipo y perteneciente al mismo, pero son muchos los momentos de soledad que siente tanto en el entrenamiento como en la competencia. - Se resalta la importancia del trabajo con especialistas, tanto con ex arqueros, que puedan transmitir los “secretos” del puesto, como con psicólogos deportólogos para potenciar las condiciones necesarias.
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