Ante la lluvia de informes de que Corea del Norte ha detonado una bomba de hidrógeno, el diario saudita Al-Riad publicó un editorial titulado “Irán Siguiéndole los Pasos a Corea del Norte”, el cual criticó duramente la respuesta inadecuada de las superpotencias a la política nuclear de Corea del Norte y discutió estas implicaciones por el expediente nuclear iraní. El diario expresó temor de que la fallida política respecto a Corea del Norte se repetirá en el caso de Irán, colocando a los estados del Golfo en una situación similar a la de Corea del Sur.
Lo siguiente son extractos traducidos del editorial: [1]
Imagen: Businessinsider.com.au
“A mediados de junio del año pasado, un mes antes al [anuncio del] acuerdo en materia nuclear entre Irán y las grandes potencias [el PIDAC], el Presidente iraní Hassan Rohani se reunió con el Canciller norcoreano Ri Su-yong. Los dos acordaron continuar su cooperación. Como regímenes similares entre sí, Teherán y Pyongyang han encontrado muchos puntos en común: Ambos son hostiles a Occidente, ambos son altamente controvertidos en sus [respectivas regiones geográficas] y ambos en repetidas ocasiones lastiman a sus vecinos.
“Ambos países tienen una larga historia de cooperación que despierta preocupación, en [tecnología] nuclear y de misiles. Según informes, los técnicos nucleares de Corea del Norte han visitado regularmente [Irán] con el fin de proveer a sus homólogos iraníes la orientación necesaria y suministros técnicos. Cabe mencionar que Irán ya ha confirmado que ha producido un gramo y un microgramo de plutonio, utilizado para fabricar una bomba nuclear, en sus reactores de agua pesada en Arak. [Además,] se sabe que Corea del Norte posee tecnología avanzada para armar ojivas con [sólo] pequeñas cantidades de hasta cinco kilogramos de plutonio; este material es altamente compatible con el uso de misiles.
“Este historial es esencial para entender la idea que deseo aclarar en este artículo. Hace dos días, Corea del Norte llevó a cabo su primera prueba nuclear con la bomba de hidrógeno. Este es un desarrollo muy grave en términos de seguridad internacional y regional. En efecto, las superpotencias no ocultaron su disgusto por esta prueba – [una prueba] que constituye un claro ejemplo de lo que puede suceder [cuando las superpotencias] confían en las promesas hechas por los regímenes que muestran hostilidad y ponen en peligro la seguridad regional y mundial. Un resultado de esto es que un régimen de este tipo [logra] violar el orden mundial y alterar el equilibrio de poder regional. Las implicaciones de esto son magnificadas cuando el régimen en cuestión ha fracasado y es tiránico hasta llegar al punto de locura.
“[La posibilidad] de que este modelo se repita en nuestra región del Medio Oriente es grande, porque Irán no es muy diferente de Corea del Norte y porque las superpotencias están repitiendo el mismo error y están siguiendo los mismos métodos en [intentar] resolver el expediente nuclear [iraní]. En 1994, los Estados Unidos firmaron un acuerdo dentro de un marco con Pyongyang, que estos violaron varios años más tarde, continuando su programa [nuclear] hasta que pudiera detonar su bomba nuclear. Hoy, las grandes potencias, encabezadas por los Estados Unidos, no pueden hacer nada ante una nación con poderío nuclear. Además, paradójicamente, estos están muy interesados en proteger indirectamente al régimen tiránico de Kim Jong-un, porque la anarquía o la agitación en esa nación nuclear pudiera causar un daño real a la seguridad internacional. Este escenario podría repetirse en el caso de Teherán, que está a tres meses de completar la etapa de convertirse en el denominado “estado en el umbral de su capacidad nuclear’. Esto significa que requiere de [tres meses] para producir el uranio necesario para construir una sola [bomba] nuclear.
“Corea del Norte mintió cuando firmó el acuerdo con los Estados Unidos, ya que [al mismo tiempo] estaba enriqueciendo uranio en secreto. Luego que esto fue expuesto, expulsó a los inspectores [de la ONU] y detonó su bomba nuclear. Este escenario puede repetirse con el régimen de Teherán, de quien no puede confiarse, sobre todo porque sigue actuando agresivamente contra sus vecinos. Los países occidentales, liderados por los Estados Unidos se hallaran condenando a un régimen teocrático que llama a su caída y anhela su muerte, mientras que los estados del Golfo se enfrentarán a un destino similar al de Corea del Sur, convirtiéndose en rehenes de la protección estadounidense. ¿Aprenderá alguien esta lección?”
[1] Al-Riyadh (Arabia Saudita), 7 de enero, 2016.
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