La Gula
El “rico” y el “pobre” fueron dotados de una boca por igual.
El “pobre”- desnudo- pone en ella: lo que la capacidad de su estructura humana autoriza.
El “rico”- de “bolsillos provisto”- los llena, sin tregua con tanta comida como puede: que acabará por descomponerse, en esas cavidades de egoísmo y gula sin fin.
Tanto desperdicio. Tan inútil gula.
La Pereza
Tanta pereza hay en ese lugar: Que lo único que adelanta: es el atraso.
Tan perezoso era: Que no levantaba: ni la voz.
La Ira
Si pude amarte cuando ni me mirabas. ¿Quién puede culparme de arrancarte las retinas? Lazarillo fiel, a tus pies, tendido.
La Lujuria
Acomodó su fuelle vetusto, obsceno, en la llanura fresca de esa vestal pintada. Lo abrió y cerró desenfrenado, hasta agotarle la afinación; que arrugó por siempre las entrañas de esa vestal de pentagrama violado.
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