-No así de fácil, hay que ganarnos el pan del día en lo que jugamos.
-Pues abramos un Café Internet aquí en Polanco!
-Bien, Café Internet será! Hay que planearlo! Mientras tanto hoy tengo planeado un viaje a Polonia!
-Porque a Polonia?
-Aushwitz! No nos dijeron en la escuela no olvidar?
-A donde iras a Aushwitz?
-Al museo del Holocausto!
Abraham prendió la MacBook Pro para transportarse a Aushwitz, apretó Enter en el teclado blanco y la página llego al Museo del Holocausto. Entro en el café del museo, y allí había unos tipos espantados bajo las mesas.
-Que ha sucedido?
-Unos tipos azules y alargados han entrado aquí hace unos minutos!
-Azules y alargados?
-Extraterrestres seguramente!- dijo el comensal.
-Extraterrestres en Aushwitz?
-Sí, extraterrestres Nazis!
Aun había unas luces extrañas girando en el ventanal del café, entre las persianas. Un silencio absoluto. Abraham se rasco la cabeza.
-Tienen algo de beber?
-Dicen que es el espíritu de los judíos asesinados!- dijo uno.
-El espíritu de los judíos?- dijo Abraham sonriendo.- Que vestían?
-Uno vestía un traje Gucci, y una camisa de lana Pierre Cardín con rayas digeribles que se cruzaban, una línea verde y una azul. Y un sombrero del siglo pasado.
-Veo que están al día! Y los zapatos?
-Los zapatos eran Rafaello! Fuera de ello tenían ojos grandes como semillas de una sandía brillantes.
-Y el saco?
-Un saco de Massimo Duti!
-Debieron haber estado en Italia! Debo transportarme a Italia!
Estaba en la Plaza España en Roma, escuchando un concierto de una banda Italiana callejera que tocaban “With or without you” de U2 quienes habían sacado su nuevo disco Joshua Tree que unos meses más tarde sonaría en todo el mundo con un éxito mundial. Entonces no existía la palabra global ni globalidad. Y sintió todo el placer de su ser.
La plaza estaba llena de gente elegante y alegre, multicolor, cantando y comiendo.
Europa era maravillosa, solo hacía falta unos dólares y todo funcionaba a la perfección, especialmente el café expreso.
Hotel de lujo cinco estrellas, automóvil de calidad de alguna agencia, moda Italiana.
Nada de ello, viajaba en el tren con el Euralpass, un boleto barato, y aprovechaba para dormir en los trenes viajando por las noches de un país a otro, y a veces tocando tres o cuatro países en una sola noche y despertando al cruzar las fronteras. Entonces lo que había escrito John Lennon tenía sentido. Solamente perseguía a gente con saco de Massimo Duti.
-No hay nada peor que elegir algo gratis- dijo Deli- el comensal en el café del Museo del Holocausto.
-Me molesta que en el museo del Holocausto exista un café! Es como un lugar para turistas!
-Tu siempre te las arreglas para que te moleste algo!- dijo Abraham molesto.
Un año más tarde derrumbaban el muro de Berlín y los coleccionistas picoteaban para llevarse un trozo del muro, un grafiti o la parte de una obra de arte pintada, una expresión de la opresión del Oriente.
Mientras en Italia los artistas pintaban en el piso obras de arte con gises de colores, obras que eran borradas un día más tarde. Sus obras favoritas eran de maestros Italianos. Los franceses eran más inteligentes, pintaban en lienzos, sus obras perduraban más. Más eran los italianos quienes colectaban más dinero, miles de liras y dólares diarios, mientras que los franceses tardaban en vender sus lienzos a los turistas.
-Veras, este mundo es un mall, un centro comercial, tú eliges que te llevas a casa.
Abraham no sabía que se encontraba en el umbral de una Nueva Era, una nueva dimensión que lo llevaría a las cuatro esquinas del mundo, y sobre todo a reconocer que hay más allá de la dimensión interior del Internet, más allá de las políticas de las empresas y los sitios que había que confirmar con un I agree.
-Es un mundo de códigos, una competencia. Cada cultura reclama tener la verdad en sus libros sagrados y antiguos. Los judíos la Tora, los cristianos el Góspel, los musulmanes el Corán, los budistas el Bagavad Gita. Y luego vienen todas las revoluciones hacia el mundo liberal. Encontré la respuesta en una sola frase, una frase única: “La moda y el estilo lo son todo”.
No era esa su intención, la demostración de la existencia de un solo Creador, sino encontrar el camino hacia el placer absoluto. Sin embargo, era una paradoja, puesto que para ello era necesaria la sabiduría del sufrimiento.
-Y porque existe el sufrimiento entonces?
-Es parte de la experiencia de la Luz!
-Existía pues la oscuridad?- pregunto Deli curioso.
El Rab Najman de Breslev llamaba en sus tratados filosóficos a la oscuridad: “espacio disponible”.
Existe el espacio disponible o todo está lleno de Él?
Me parece que el “libre albedrio” nos permite llevar una vida de ilusiones, donde podamos creer que existe un vacío, un espacio vacío, y lo podamos llenar con nuestra imaginación, nuestro trabajo, nuestro potencial.
Esto Lo quería para que nos sintamos dignos y justos.
Umberto Eco, el padre de la semiótica moderna, el padre de la explicación y la teoría de la decodificación de los signos, sigue siendo relevante hasta nuestros días.
El padre de mi amigo me contesto: “Y qué hay del signo de Caín”?
Igual que Eco, busca la decodificación del cristianismo por ejemplo, en su novela “El nombre de la rosa” para poder encontrar la risa en la religión. Para Eco el cristianismo era muy oscuro, perjuraba su mente llevándolo a la Edad Media, a la era del oscurantismo a la búsqueda de los signos de la oscuridad.
En realidad Umberto Eco y el papa de mi amigo son más profundos, no solo se trata de encontrar la risa, sino el mal, la oscuridad, los puntos oscuros, para poder corregirlos. De allí, la búsqueda de los signos del mal y la oscuridad.
-Qué hay de lo que aparentemente es malo?- insistió Deli.
Bueno, la Cabalá da una explicación relativamente sencilla, todo fue creado para ser corregido y rectificado: “y de este modo elevarlo a un nivel más alto”. Vivimos en un proceso de rectificación y superación de los obstáculos de la mente. Algunos filósofos le llamaron “ensayo y error”.
Esta escrito que Dios creo la creación varias veces, como bocetos, como un escritor que tira paginas al cesto, e insatisfecho volvía a crearla una y otra vez. Lo mismo dice que la creación se crea todos los días. Nosotros somos una parte de Él, podemos imitarlo, estamos hechos a su
imagen y semejanza, somos una parte de la Luz Infinita. A lo que cabe la pregunta: “Si una de las partes es igual a la Luz Infinita, o solo todas las partes juntas son iguales a la Luz Infinita?”.
Es decir, no es la oscuridad y la mentira igual a la parcialidad? Usted no dice toda la verdad, entonces usted está mintiendo. Y puede un hombre captar toda la verdad con su mente?
-Entonces cual es la verdad absoluta? No lo es la Tora?- pregunto Deli sudoroso.
-La Verdad absoluta es la Luz Infinita!- dijo Abraham seguro de sí mismo.- A ello he venido, a investigar la Luz.
La civilización humana está sentada en un compendio de reglas y juicios, visiones morales, éticas y filosóficas.
Umberto Eco, explica que no se debe de juzgar a una obra o cultura sino en base a sí misma, a sus propias reglas, a su propia coherencia. Sin embargo, su coherencia o congruencia, que es el conjunto de sus signos, no delata una desarmonía, sino un nivel de sofisticación y eficacia en múltiples niveles, una multiplicidad y una pluralidad en base a lo universal e infinito.
En mi forma de ver, en todo el universo ocurrió lo mismo, somos parte del mismo fenómeno, Dios se revela continuamente a todos, en todas partes, en todo tiempo, en todo signo, a todo ser, es solo que la mayoría de los hombres elegimos no ver, o más bien, si ver pero con nuestros propios ojos. En ello consiste la relatividad de los mensajes y las culturas, las aparentes diferencias entre los individuos.
No existen diferencias, sino de la forma de vida que se deducen de las culturas y sus enciclopedias, porque todos somos hijos del universo.
-Y los marcianos?
-No son marcianos, son espíritus ascendidos. Son espíritus que han regresado a Aushwitz!
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