Parecía una casa normal, pero no lo era, en ella habían ocurrido varios asesinatos.
La policía de Chicago lo investigaba, y la investigación estaba a cargo de una gorda negra, Eris Brown, jefa de departamento de investigaciones de la ciudad de Ilinois.
La casa era de piedra gris, con un techo café, y estaba en un rancho a las afueras de la ciudad en Spingfield. Allí habían dicho ver pasar platillos voladores también. Eris inmediatamente descarto esa posibilidad, aunque allí muchas veces los mitos eran mayores que la realidad.
Eris estaba tomando su café negro bien caliente, viendo el archivo de delincuentes que habían salido de la cárcel, muchos escapaban a las afueras de las grandes ciudades, e Ilinois no era una excepción.
Los hombres que habían sido asesinados no eran hombres comunes, todos ellos tenían algo en común, junto a su cuerpo había sido encontrada una letra del alfabeto.
John White, sherif de Springfield tenía una hija hermosa, Jessica White, por la cual muchos hombres matarían. Los hombres la amaban por la armonía especial en su belleza.
El jefe habría amenazado a alguno de los amantes, quizás alguno de ellos era un delincuente. Era una posibilidad. La otra posibilidad era la venganza, ya que muchos forajidos habían ido a parar a la cárcel gracias al sherif White.
La alcaldía de Ilinois tenia una sección de préstamos diseñada para que los compradores puedan comparar los prestamos en Chicago, los préstamos más competitivos, directamente de bancos en Chicago, préstamos para casas reposeídas y préstamos para renovar casas. He allí otra posibilidad, alguien que había perdido su casa.
Se trataba de una casa orgánica en el condado de Springfield, y John White no dudo en adquirirla, cerca del aeropuerto de Midway.
La casa parecía una mansión, y se hizo famosa por ser diseñada por el renombrado arquitecto Frank Wright, de enormes dimensiones, con mas de cien ventanas, tenia una magnifica chimenea de marmol en un salón victoriano, donde Jessica recibía a decenas de contendientes cada año. Ellos venían de lejos, pero al probar gustosamente a Jessica, se quedaban a vivir en Ilinois, y su padre, John White, les conseguía trabajo, cosa que le pareció extraña a Eris, la investigadora de Chicago.
En la entrada principal había una estatuilla de Richard Bock, bajo un arco de ladrillo que llevaba a un jardín regado en pasillos de paredes de pasto y fuentes estilo barroco.
En la sala había una chimenea, y en un nivel inferior bajo el nivel del suelo, había una biblioteca con chimenea a laque el sherif llamo “The Flower Wall”. “Extraño nombre” pensó la investigadora mientras sorbía de su café que se le estaba enfriando.
En la planta principal había un comedor para cuarenta comensales, y un salón victoriano para invierno. Allí el sherif solía leer.
La policía de Illinois confirmo la desaparición de trece hombres, cuyas razas y colores eran distintos, se trataba pues de un asesinato multicultural.
Todos habían venido a Springfield desde muy lejos.
Muchos meses le llevo atar los cabos, los trece hombres que habían llegado en distintas fechas, todos eran escritores, ya sea de profesión o por hobby.
Al integrar la información en una ficha, Eris Brown alzo las cejas, la muerte de los escritores estaba catalogada por orden alfabético tal y como había sucedido en realidad. Los escritores llegaban a Springfield según el alfabeto americano, y de las letras del alfabeto, habían muerto en orden. La única pista que dejaba el asesino era una letra sobre el cuerpo.
A pesar de que la casa de Springfield estaba en un rancho en las afueras, no había allí animales, sino dos sabuesos de caza, aunque todos sabían que el sherif White no cazaba, sino más bien aspiraba a escribir una novela de suspenso para ganar el nuevo premio Pullitzer.
Los trece hombres llegaron en distintas fechas regresivas según el alfabeto, y entraron en la casa con la excusa de conocer a Jessica, se acostaron con ella, y luego conocieron a su padre, el sherif White quien los miro a los ojos como si los hubiese descubierto en una fechoría.
John White los alabo por ser escritores, y los invito beber brandy con el hasta emborracharlos, a continuación tras conocer la biblioteca de la casa tenían que tomar una decisión de vida o de muerte, allí sentados en la biblioteca donde había una computadora nueva, lista para usarse, donde John iba a escribir su novela. Solo que había un problema, John no sabia escribir estilísticamente, pero quería correr al congreso representando a Ilinois, para ello tenia que impresionar a la elite de los Estados Unidos, y especialmente a los intelectuales de Chicago, demostrando que el era capaz de escribir una novela de suspenso como se solía hacer en esas zonas del país.
Los cuerpos fueron encontrados en el campo en plena lluvia, cada cuerpo acompañado por una letra del alfabeto, la letra del apellido del difunto.
Eris dedujo que el sherif White los invito bajo la seducción de que su hija Jessica los amaría para siempre según cartas que les enviaba, tras acostarse con ellos desaparecía por unas semanas, y aparecía John, quien los amenazaba con meterlos a la cárcel a menos de que escribieran cada uno de ellos un capitulo de su novela. Entraron en la biblioteca “Flower Wall” donde fueron encerrados para que escribieran, unos intentaron escapar, otros confrontaron a White, otros maldijeron su suerte.
La novela solo consta de trece capítulos, y lo que la negra Eris no fue capaz de descifrar, fue si los trece capítulos fueron escritos por los que lograron salir de allí vivos, o por los escritores que fueron asesinados. La novela consta de una inconsistencia de estilo y congruencia en la lógica de su trama que es alarmante. El sherif White no recibirá el nuevo Pulitzer a la mejor novela de suspenso, sino cadena perpetua donde escribirá su nueva novela, su propia cadena a la muerte.
Todo pasó por la mente de Eris, eran posibilidades, cabos sueltos que atar, así que decidió contratar a un escritor para que la ayudase en la investigación.
El escritor, Barry Tumple, tenía que ir a Springfield para interrogar a John White, no en calidad de sherif, sino de sospechoso de múltiples asesinatos.
Barry Trumple desapareció, y su cuerpo fue hallado años mas tarde con una letra en su pecho descompuesto, fue así como Eris Brown pudo descifrar quienes habían sido los que habían cooperado en la escritura de la novela y quienes no. Los que eran incapaces de escribir se habian salvado.
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