Redención

Pesaj es una festividad rica en significados los que transmiten valores que a través de una variedad de símbolos y rituales moldean al judío.

La idea que quizá pueda subsumir a todos las otras ideas expresadas por este fiesta se encuentra en el capítulo 15 del libro del Deuteronomio:

Y te acordarás que fuiste esclavo en la tierra de Egipto, y que el Señor tu Dios te redimió

Entender la salida de Egipto como un evento de redención – la tradicional explicación de Pesaj – es lo que caracteriza al judaísmo.

Para comprender el concepto de “redención” (en hebreo “Pedut”) hace falta simplemente pensar en la experiencia de estar profundamente angustiado, de sentirse a la deriva; un estado o circunstancia en la que el valor de la vida humana parece haberse esfumado.

Este es un momento en el que uno se siente completamente perdido, encontrandose más allá de la ayuda de nadie.

Y, sin embargo, a veces ocurre que uno emerge de las profundidades- quizás más exactamente, de que algo lo sacó de allí. No fue nada iniciado por los propios reflejos básicos; uno estaba más allá de eso.

Por así decirlo, una mano se acercó a nosotros y nos ayudó con un poder que no es el nuestro.

“Pedut”, “redención,” es la palabra más usada en el judaísmo para describir el poder de sacar a los seres humanos de su perdición. Es el poder de recuperación y de toma de un ser humano o grupo particular y de regresarlo a su lugar original.

Al examinar su propia conciencia a la luz de sus ideales, una persona reconoce sus muchas deficiencias. Entonces procede a redimirse. Cada vez que se realiza este ejercicio espiritual, se sube un nuevo peldaño en la escalera de la perfección.

La redención divina del ser humano no implica un flujo misteriosa de la gracia del cielo. Todo lo que este plan de redención postula es una serie de términos. Es parte de la terminología de la religión declarar que Dios es el Redentor.

La atribución del poder de la redención de Dios equivale, por tanto y en último término, a la afirmación de que los seres humanos son capaces de mejorar su carácter a través de reflexiones periódicas de sus propias relaciones personales con Dios.

Como celebración de la redención Pesaj dio fuerza y valor a los judíos a través de siglos de dispersión, privación y la degradación. El festival les dio el entendimiento y el impulso necesarios para redimirse.

Para expresar esto una quinta copa de vino en el Seder de Pesaj es colocada en el centro de la mesa para Elías el profeta- el símbolo de la eterna posibilidad de redención.

Nadie bebe de ella, pero todo el mundo es consciente de la verdad de que la redención no es una fantasía, sino que puede llegar a ser una realidad en la vida de cada ser humano.