Sr. Director,
Lei con interés su editorial sobre la situación en Gaza. Desgraciadamente, este no hace mas que reiterar la “historia oficial” que el “pensamiento único” ha establecido en los círculos mediaticos españoles según la cual, Israel es siempre el único culpable.
Primero y principal, me sorprende que quien escribió su editorial no haya mirado un mapa. Si lo hubiese hecho, veria que Gaza limita no solo con Israel, pero también con Egipto. Usted critica a Israel por el “bloqueo” de Gaza, pero no incluye la mas minima mención del bloqueo Egipcio del mismo territorio. Despues de todo, Gaza podría recibir todo lo que necesita por su frontera sud. Pero claro, para que mencionar un hecho del cual Israel no puede ser culpado? En el caso de Egipto parece entenderse con toda naturalidad que dicho país quiera protegerse del terrorismo y las infiltraciones del Hamas. No asi en el caso de Israel.
Su articulo “omite” mencionar que la operación Israeli en Gaza fue respuesta al lanzamiento de 8,000 cohetes Kassam y Grad sobre el Sur de Israel. Sacada de contexto, la operación ‘plomo fundido’ aparece como un capricho de un estado que lanza un guerra solo por sed de sangre. En un Orweliano ejercicio, la historia es alterada. En realidad, la violencia del Hamas fue la causa y no la consecuencia del bloqueo de Gaza. Israel se retira de un territorio y recibe como retribución terrorismo y miles de misiles. Naturalmente, nadie pregunta como reaccionaria España si desde un territorio que evacuo le lloverían misiles.
Siguiendo el mismo patrón, Ud. menciona “el ataque contra Nablus”, pero “olvida” decir que dicha operación tenia como objetivo capturar a los asesinos de un civil israelí, padre de siete hijos, asesinado el dia anterior por las “víctimas civiles” cuya muerte usted deplora. Dice que Israel “muestra su desprecio” por Mahmud Abbas y su Autoridad Palestina, pero no menciona que es el mismo Abbas quien rechaza la propuesta Israeli de reanudar las negociaciones de paz. El contexto es importante: mientras el gobierno israelí del Likud acepta la existencia de un estado palestino (un paso sin precedentes en la derecha Israeli), el Hamas continua demandando la destrucción total de Israel, avalado por Iran en su genocida intención de “borrar a Israel del mapa”.
El proceso de paz de Oslo fue posible cuando la OLP comprendió que era necesario renunciar a la violencia. Es necesario ver lo obvio: el fundamentalismo del Hamas y su extremismo es el principal obstáculo para la paz. Las masacres que el Hamas realizo contra su propio pueblo son una muestra de lo que le espera a Palestina y a Israel si el Hamas vence.
Es hora de entender que la demonización de Israel no traerá paz. Esta solo reforzara a los extremistas de ambos lados. El Hamas se vera reforzado y los extremistas israelíes diran – con razón – “si de todos modos somos siempre los culpables, que sentido tienen las concesiones que estamos dispuestos a hacer”. Solo entendiendo las necesidades legitimas de ambos lados será posible entablar un dialogo real. Muchos medios europeos, desgraciadamente los espanioles a la cabeza, alejan las posibilidades de paz al culpar sistematica y acríticamente a Israel y liberar a los palestinos de toda responsabilidad.
Atentamente,
Andres Spokoiny
Montreal,Canadá.
Artículos Relacionados: