Shulamit Aloni murió el 24 de enero de 2014. La heroína del Israel moderno fue una mujer apasionada, leal a sus principios, provocadora, valiente que dedicó su vida a transformar Israel en una sociedad abierta, liberal, basada en la dignidad humana. Desde los años 50’s fue campeona en la lucha por los derechos humanos, civiles; del pluralismo religioso; de la condición de las mujeres, creó el primer refugio para mujeres maltratados, y promovió las relaciones entre israelíes y palestinos. Siempre dedicada a las necesidades de los desvalidos y los “diferentes’ luchando en favor de la tolerancia y la igualdad.
Hija de una familia ortodoxa -Adler- nació en 1928, fue miembro de la Hashomer Hatzair, estudió para ser maestra y militó en el Palmaj. Después de 1948 trabajó como profesora de niños inmigrantes. Más tarde trabajo en el nivel de secundaria y continuó con sus estudios de judaísmo y Talmud. En 58 apareció su libro “El Ciudadano y su País” que sirvió como libro de texto en civismo a muchas generaciones.
Al mismo tiempo empezó a profundizar en lo que sería su campo de investigación y lucha durante toda su vida. Estudió leyes en la Universidad Hebrea, se recibió en 55. En 57 inició su carrera de periodista y conductora en la radio, daba voz a las quejas y reclamaciones al gobierno y exigía restituciones, también estableció un programa dirigido a las mujeres con el título: Conoce la Ley.
Se casó con R. Aloni, fueron de los primeros residentes de Kfar Shmariau en una casa modesta donde crió a sus tres hijos y recibía a sus nietos y bisnietos hasta el día de su muerte.
Llego a la Knesset en 65 como miembro del Mapai, rápidamente inicio sus esfuerzos perseverantes por crear una constitución, formó y dirigió el Comité de Ley Básica y el Consejo del Consumidor. Pero… su individualismo y franqueza no iban de la mano con sus colegas de Mapai y empezaron sus enfrentamientos con Golda Meir, quien dijo” no sabemos que significa ‘yo pienso’ solo sabemos lo que significa ‘nosotros pensamos,” En 69 ya no se hablaban y Aloni fue suspendida en la lista de Mapai.
Aloni no descansó, organizó la Oficina de Derechos Civiles que daba asistencia legal. Frecuentemente ayudó en casos de discriminación en las cortes rabínicas. En 70 empezó a hacer contratos civiles de matrimonio y apoyaba los matrimonios realizados fuera del país. En poco tiempo se convirtió en la portavoz de la lucha contra la coerción religiosa. Su libro “El Ajuste: de un Estado de Ley a un Estado de Religión”, marcó el tono de la continua campaña en favor del pluralismo religioso.
En 73 renunció al Mapai y estableció el movimiento de Derechos Civiles y Paz conocido como Ratz, su lista obtuvo tres escaños en la Knesset. Aloni ha sido la única mujer que fundo un partido político triunfante. Fue ministra sin portafolio en el gobierno de Rabin, Ratz fue el paladín del campo de la paz, se opuso a los asentamientos y abrogó por negociaciones directas con la OLP y el retiro de los territorios ocupados. Fue de los fundadores del Centro Internacional para la Paz en Medio Oriente, Aloni participó en los encuentros con la OLP en Cairo y Nueva York. En la primera intifada protesto contra el expansionismo de Likud y hablo en favor de los derechos humanos y políticos de los palestinos.
En 92 logró reunir los partidos de izquierda en un solo grupo: Meretz y obtuvo 12 escaños en la Knesset. Rabin la nombro Ministra de Educación. Pero…Los ultraortodoxos no podían aceptar sus ideas y después de un encuentro público y la maldición del rabino Yosef, exigieron que fuera destituida. En nombre de la estabilidad de la coalición, acepto con tristeza cambiar de lugar con el ministro de Ciencia y Cultura en 93, pero su asociación con Rabin permaneció intacta e hizo posible que se formaran los acuerdos de Oslo y el tratado de paz con Jordania.
Los 25 años siguientes vieron a Aloni promover todas las causas progresistas democráticas. Peleó sin descanso por los derechos de niños, mujeres, minorías, homosexuales y lesbianas, de los inválidos. Cambió el contenido de los debates públicos al establecer la agenda de los derechos civiles en Israel.
Abrió las vías de comunicación a la competencia y aseguro el éxito de la revolución celular. Promovió un periodo extraordinario de innovación artística y trabajo con insistencia y en voz alta por terminar la ocupación y crear un estado palestino al lado del estado de Israel.
El asesinato de Rabin la afectó profundamente, aumentaros sus diferencias con sus sucesores, y aun dentro del partido que había creado. En vísperas de las elecciones de 96 decidió no volver a la Knesset y se distanció de Meretz cuando Sarid la desplazo en la dirección del partido.
Pero nunca abandonó la arena pública, continuó luchando con la voz más lucida en Israel por los Derechos Humanos, la justicia social y la libertad civil. Peleó sin pausa por separar la religión del estado, no admitió compromiso en el esfuerzo por darles a los ciudadanos israelíes una carta de derechos. Encabezo cursos en la Universidad Hebrea, la Universidad de Tel Aviv, de Princeton y el Centro de Estudios de Herzlia.
Sus logros fueron reconocidos por el premio Kreisky por Derechos Humanos, recibió la medalla de honor de la Academia Internacional de Humanismo, Certificado de Honor de la Asociación de Derechos Civiles de Israel. El Premio Israel por “Luchar para reparar la injusticia y…arbolar la bandera de igualdad entre pueblos diferentes y religiones distintas en Israel.” Doctorados Honorarios en Israel, Corea del Sur, Bruselas y el Instituto Weizman.
A los ochenta años publicó su último libro, escribió 8, “Israel en Esposas”. Allí escribió: “El Estado está volviendo al ghetto, al judaísmo ortodoxo y el dominio del judaísmo fundamentalista se está fortificando” La tarea de rescate no ha terminado, el reto sigue vigente.
Su muerte ha dejado una herencia y un legado. Ideas y deberes tan pertinentes hoy como cuando despertó la conciencia de los derechos humanos: “No todos los que viven en Israel son ciudadanos, pero todos son humanos con derechos”. Cuando despertó la conciencia de los problemas de las mujeres. Cuando sacó a los homosexuales del “closet” de la vergüenza, el miedo y la persecución. Cuando estuvo en la vanguardia de la separación del estado y la religión. Fue de las primeras personalidades en señalar que la ocupación y los asentamientos estallarían la democracia. Su determinación e integridad, aun cuando le costaran políticamente, es un ejemplo para todas las figuras políticas que quieren generar cambios, no solo mantenerse en sus puestos.
Shulamit Aloni dejó expectativas, esperanzas. “Quería un mañana diferente, quería el amor al país, pero también repararlo.” dijo Peres en su eulogía.
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