Fue en mis tiempos que estudiaba yo en el IPADE que uno de los maestros nos dio una cátedra de cómo deslastrarse (tirarlo que ya nos sirve.) Fue lo que aprendí y lo no he olvidado. Tirar lo que no me haga falta, desechar lo que ya no use no importa en las condiciones que este…
Cecy, mi esposa, se propuso remodelar la casa; todo iba bien hasta que llego a mi oficina: Todos mis libros fueron a dar a unas cajas de cartón… Mi escritorio, la computadora terminaron alineados en un pasillo… Me sentía “invadido” por esa acción ajena a mi voluntad.
Han pasado los días, y percibo que las mejoras a la casa son hoy realmente notables…
Mis libros, mi computadora y todo mi ser intelectual se recuperó…
Reconozco que de haberlo planeado juntos yo me hubiera negado a algunos cambios que hoy veo muy positivos…
La mochila que todos llevamos en la vida lleva a veces ya, mucho lastre y aunque no nos guste hay que deslastrarse: Vivencias pasadas desagradables, ilusiones rotas, amores perdidos… Caminaremos más ligeros… Viviremos en una realidad positiva.
Artículos Relacionados: