Es cierto que los vinos riojanos son un elixir divino, pero también son conocidos por sus propiedades generadoras de bienestar y como alicientes para el alma. Es sabido que tienen muchas bondades para la salud, además de los placeres que produce tomarlo, y que están respaldadas por estudios científicos.
Aunque para disfrutar de los vinos riojanos no se necesitan razones, las ventajas médicas para hacerlo son una buena razón. Un ejemplo es la investigación publicada en el Journal Nature, en la que se encontró que las dosis pequeñas de resveratrol, ayudan al cuerpo a lidiar con el estrés. El resveratrol es un antioxidante que se encuentra en la piel y en las semillas de las uvas tintas y en sus derivados, en este caso el vino tinto, y que es famoso por sus propiedades anti degenerativas.
La magia del resveratrol radica en que estimula la proteína responsable de la respuesta del estrés, la PARP-1, que a su vez activa un número de genes que reparan elADN, mismos que al estar sanos promueven una vida más longeva. Tomar vino moderadamente alegra el espíritu, calma los nervios y proporciona los niveles de resveratrol suficientes para sentir sus benéficos resultados.
Así que disfrutar de las cualidades de los vinos riojanos tiene varios beneficios. Sus beneficios médicos se maridan con su oferta gastronómica. Basta imaginar el sabor del tradicional bacalao acompañado de una copa de Tempranillo Rioja Alta, o una jugosa carne de borrego con el tinto Luis Cañas.
Sin embargo, lo más rico de los vinos riojanos y de la cocina española es que no se necesita estar físicamente en la región para sentirse bendecido con sus sabores, y esa es la magia del vino riojano, poder transportar al consumidor en un solo trago a una región tan maravillosa como su imaginación se lo permita.
La combinación de resveratrol y taninos, logran que el disfrute del tinto Matarromera Reserva de 100 % uva Tempranillo sea una doble delicia. En este vino resaltan los aromas de fruta roja, tostados, notas balsámicas, fondo especiado y maderas, al ser maridado con carnes rojas a las brasas, conejo, ternera y con quesos curados, como el manchego.
Si nos enfrentamos a la disyuntiva de tomar diariamente una cápsula de resveratrol acompañada de un agua, o en su lugar tomar una buena copa de los vinos de Marqués de Cáceres, la balanza se inclina hacia el vino y la elección se vuelve fácil. Además de que el vino y su resveratrol retrasan el envejecimiento, sabe delicioso e invita a compartir una plática con amigos.
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