Estimado Aurelio:
Muy rara vez escribo mi carta semanal a una persona en el periodo de seis semanas. Es más, casi nunca lo hago. Pero por lo que pasó el domingo y lo que hiciste ayer para apoyar al titular de la Conade me compromete a mí mismo escribírtela.
Así que… ahí te va:
Comenzaré por la exitosa jornada de este pasado fin de semana en Oaxaca en la cual más del setenta por ciento de los docentes, decidió mandar al carajo a sus dirigentes ratas para cumplir con la evaluación a que están obligados a someterse.
Estos profesores ignoraron las amenazas de sus lidercillos de quinta para estar dentro de la ley y no perder su trabajo.
También me gustó que la jornada se llevara a cabo en paz, sin ningún caso que lamentar.
También me puso muy feliz que los estudiantes normalistas de Ayotzinapa acudieron en su totalidad a presentar su examen para ser maestros.
Parece que este fin de semana que pasó fue un sueño sin ninguna pesadilla.
La alegría que nos dio a todos los mexicanos fue muy grande.
Y también estoy seguro de que todos nosotros estamos muy contentos porque se cumplió con el Estado de derecho.
Que aquí entre tú y yo ya era hora de que se aplicara.
En pocas palabras, mi querido secretario, ¡mil felicidades! y lo que ahora esperamos muchos mexicanos es que se siga cumpliendo con la ley y que los mentores que se negaron a soimeterse a la evaluación sean castigados conforme dicta la ley.
Ahora cambiemos el tema. Hablemos de deportes:
Para comenzar, te felicito por tu apoyo incondicional para Alfredo Castillo. Alfredo es un hombre de bien, que lo que quiere es transparentar los recursos que el Gobierno federal da a las federaciones. Eso es todo.
Alfredo ha detectado muy malos y deshonestos manejos de varios directivos de algunas federaciones.
Alfredo está sacado de onda porque, además de la mala administración de los recursos estos directivos amenazan y chantajean a sus deportistas.
Y nosotros, los mexicanos estamos muy sacados de onda de que, en los últimos Panamericanos, Colombia ya nos rebasó. Y nosotros los mexicanos estamos supersacados de onda por el maldito ridículo que hacemos en cada celebración de los Juegos Olímpicos.
Estamos sacados de onda porque nada más nos prometen y prometen y regresan aquí, a México… como si no pasara nada… Estos directivos regresan de los Juegos Olímpicos inventando cuarenta mil excusas para explicar por qué fracasamos. Excusas ridículas e infantiles.
Y así, mi querido secretario, vamos cada cuatro años.
Ya es hora de poner un ¡ya basta! Ya es hora de reinventar nuestro deporte en México. Ya basta de tantos robos y tantas anomalías. Ya basta de amenazar a nuestros deportistas y ya basta de no apoyarlos.
Piensen en modificar la ley. Piensen en que este proyecto ya se acabó. Sigan apoyando a Alfredo para que limpie el cochinero.
Y, por favor, secretario: que no lo chantajeen.
Si nuestros deportistas marcharan y compitieran con la bandera olímpica, no importaría nada.
Dos razones: A lo mejor vamos a ganar muy pocas medallas. Así que no importa.
Y, en segundo lugar, la refundación de nuestro deporte vale más que unos Juegos Olímpicos.
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