Estimado secretario Almagro:
En primer lugar, bienvenido a México. Siempre será un placer recibirlo aquí, en su casa. Como mexicano, me da mucho gusto que su reunión cumbre se esté llevando a cabo en Cancún. Gran ciudad para efectuar esta reunión. Todos conocemos el tema principal de esta agrupación. Se llama Venezuela y democracia.
Se van a analizar a detalle los asesinatos de Maduro hacia los civiles, que fueron muertos por el ejército coludido con ese dictador cuando protestaban pacíficamente por la democracia.
También se va a tocar el punto de los presos políticos, injustamente encarcelados por el cerdo de Maduro.
Se va a estudiar la falta de medicinas y alimentos que el pueblo venezolano está sufriendo por culpa de su irresponsable dictador.
Asimismo sé que piensan exigirle a Maduro que respete “el cumplimiento de las agendas por medio de los mecanismos establecidos, como llevar a cabo elecciones libres y democráticas, la liberación de todos los presos políticos.
“Además de la apertura de un canal humanitario que permita resolver los problemas como la escasez de medicinas y alimentos”.
Me queda claro, Sr. secretario, que ésa será la agenda. Sin embargo, le tengo que confesar mi preocupación…
La votación para que se obligue a Venezuela a retomar la democracia.
Así es, Lic. Almagro. Va a estar muy difícil. Porque resulta que de los treinta y cinco miembros de la OEA que votan, el voto tendrá que ser aprobado por el sesenta y seis por ciento de los países.
Y para el colmo del asunto, de esos treinta y cinco países miembros, quince son naciones de chisguete cuyo voto cuenta igual que el de México o Argentina.
Y para empeorar el tema parece ser que estos países de chisguete le deben lana a Venezuela por el petróleo o están coludidos con la basura de Maduro.
Y un comentario entre paréntesis: (Por culpa de estos países de chisguete, México no puede presidir la Concacaf).
Y ahí es donde tendrá que tejer su diplomacia. Convencer a estos países de chisguete de que voten a favor de su iniciativa.
¿Y le comento algo, Lic. Almagro? ¡No creo que lo logre! Ya lo demostraron hace mes y medio en la votación de su última reunión en Miami.
Y si esta elección no se gana tendrá su última oportunidad cuando se vuelva a votar en Washington. Ahí ganará simplemente la mayoría de sufragios.
Que tampoco estará fácil. Mi miedo es que si no se logra la mayoría de votos, Venezuela va a aprobar su nueva ley en la cual otorga poderes absolutos al imbécil de Maduro.
Y si eso pasara… ¡Adiós a las democracias y bienvenido el populismo! Sería terrible. Y ésta es la razón por la que le escribo mi carta semanal. Se está jugando mucho en esta cumbre.
Le deseo de todo corazón que usted y todos los países amantes de la democracia le ganen al populismo dictatorial. Mientras tanto, reciba mi admiración por el extraordinario trabajo que ha desempeñado como secretario general de la OEA.
¡Mucha suerte!
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