Es el regreso de Magdalena Carmen Frida Kahlo y Calderón, que nace el 6 de julio de 1907, (Coayacán) en México, representando uno de los grandes amores sudamericanos. Amo sin limites al Muralista Diego María de la Concepción Rivera, pero no lo antepuso a su otro primordial Amor que fue su continua lucha hacia la vida, durante ese destino doloroso que la envolvió.
Frida Kahlo :
fue tanto una visionaria, como una particular artista.
Amo mucho las cosas; la vida , la gente. No quiero que la gente muera.
Tengo miedo de la muerte, quiero vivir. El dolor eso, porsupuesto no no lo soporto. Frida.
Palabras mencionadas seguidamente a la pérdida de su hijo, debido a un aborto advenido el 4 de julio 1932 cuando residía en los Estados Unidos, junto a su marido Diego Rivera.
Mi cuerpo es un marasmo… es eso lo que ella murmulla. Es Frida, la visionaria, la seductora, la artista, la creativa, pero ante todo y por sobretodo sera la guerrera entorno a la vida. Viviendo el amor absoluto en un periodo revolucionario como ocurría en México, de esos tiempos, sintió un sentimiento incondicional para, y hacia el gran muralista Rivera. Se profetizo lo peor, que sería una relación imposible, pero después resulto que tuvo lugar, consolidándose en dos matrimonios. Su lucha fue constante posterior a un accidente automovilístico sufrido a joven edad, que la llevó a una prolongada enfermedad, la hizo aferrarse ardientemente en una sola dirección la cuál era retener esa amada vida, que era encaprichada en escapar de ella. Más aún siempre aspiro a mantener su existencia en las normales rutinas reales, incluyendo los quehaceres cotidianos propios de una mujer mexicana de buena salud. La vida puede ser cruel, sin embargo gravita en el fondo de sus cuadros que da a la luz, para resplandecer con la energía diaria, de entregar una visión iluminada aunque transparente en su Arte. Un sufrimiento de Magdalena que quiso silenciar en este simbólico nombre, reemplazándolo por el último que concebía una imagen más fuerte como era el de Frida, así su padre lo había escogido, propio como un concepto profundo como es Friede, en alemán significa paz. Nace Magdalena en la casa azul de Coyoacán donde ya sus abuelos paternos y maternos habían muertos. En el tiempo quedará mítico su encuentro con Diego que estuvo por primera vez en 1923, donde se estrecharon a simple vista , cuando eran solo una traviesa estudiante, y él un consolidado artista, absorto entre trabajo e aventuras amorosas, (Rivera pintaba los murales en el ministerio de educación, la preparatoria universitaria de México). En su vida Magdalena Carmen Frida, abrió su corazón a varias relaciones clandestinas como la breve historia sentimental con Leo Trockij en 1938, o con Breton. Ya habían pasado 9 años desde 1929 año que anuncio su matrimonio con Rivera, noticia que sorprendió a todos, especialmente por sus diferencias de edades, como por su diversidad de caracteres, inclusive por la apariencia física, siendo ella una mujer diminuta, y él un hombre grueso, como dos seres antagonistas que gozaron en fusionar sus pasiones, además de ser entrelazados por el Arte Creativo de una nación de artistas.
Es Magdalena que nos despierta con sus sufrimientos, Frida que representa el carácter fuerte, la artista osada, valiente a enfrentar las espinas de una existencia y es Carmen a simbolizar la mujer cotidiana, la común a todas, la auténtica mexicana, sin embargo son estos tres nombres que triunfan en la creatividad plástica de una mujer única, e irrepetible en el arte Mexicano. Eso nos vuelca a ver como el arte pasa a ser un englobado de creatividad , una esencia de perfumes, anexados a nuestro espíritu. Las palabras, no son expulsadas , todo lo contrario es el sufrimiento que aflora en las obras que la consuela para fortalecer el interior, como también el exterior, adonde su físico cobra fuerzas y su melancolía borbota en positivismo exclamando la esperanza de proseguir el camino de existir. Ella encuentra en la pintura un instrumento versátil para proyectar su desesperada vitalidad. Su fecundidad, su excentricidad, su borrascosa relación sentimental con Diego Rivera, son los aspectos profundos como superficiales de su ser. Seguramente su arte es singular, una alumna, una mujer y una musa además de una participante revolucionaria. Como decía Octavio Paz , una vida junto a heridas y flores.
Su amor que la ligó a Rivera , fue superado por su gran reto a la vida. El regreso de Frida es el reconocimiento no solo como artista, sino como una grande combatiente en su personal existencia. Su fundamental apoyo, lo encontró en el Doctor Farill, su fiel amigo, fue él quién la incentivo a divulgar su comunicación pintórica, tanto especial e singular, siendo expresión de la angustias interiores producidas por el dolor físico.
Hizo amistades con protagonistas de las dos guerras mundiales, mas su vida no fue captada solo entre cuadros y amores, mas incluso entre estos períodos de guerras, no obstante a ellos pudieron germinar su energía en cultivar una existencia compacta de sol. Son sus cuadros que nos evocan su sufrimiento, su sangre, como sus lágrimas derramadas en sus abortos como en las operaciones, anexado a la fuerza de superar todo, me retrato a mi misma porque paso mucho tiempo sola... y porque soy el motivo que mejor conozco…(Frida) siendo su única terapia para sobrellevar su dolor, los colores, los proyectos, las formas en sus representaciones de instantes, limites de su vida. Una de las innumerables exposiciones por el mundo, estuvo en Roma, que presento su pintura su dolor y su valentía a seguir viviendo. El arte, un alivio asimismo en una enseñanza a la esperanza.
Algunas de sus pinturas relacionadas con su enfermedad : Mis Abuelos, mis padres y yo (1936). Henry Ford Hospital (1932). La columna rota (1944). Los papagayos (1939). Árbol de la esperanza , mantiene firme. (1946). Autorretrato con el Dr. Farill (1951). Autorretrato dedicado al Dr. Eloesser (1940).
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