Por primera vez en la historia política de Israel, ayer se lanzó a la arena política un partido de mujeres ultra-ortodoxas bajo el liderazgo de Ruth Coilan. El nombre del nuevo partido es U’bizjutan -Y por su derecho- Noa Erez y Keren Muzan ocupan los primeros lugares a su lado.
La creación del partido es un paso “histórico” en la misión de “garantizar la representación en la Knesset de las mujeres ultra-ortodoxas”. Dijo Ruth, quien ha dedicado años en bien de la sociedad y el feminismo. Su decisión de crear un partido siguió a su fracaso por lograr que los partidos ultra-ortodoxos existentes incluyeran mujeres en sus listas de candidatos a la Kneseet.
En 2013 pidió a la Corte de Justicia que retuviera los fondos nacionales de los partidos ultra-ortodoxos que excluyen a las mujeres de la Knesset porque esa práctica viola los derechos humanos, incluyendo el derecho de libre expresión.
El partido inició sus actividades oficialmente con una conferencia de prensa en Tel Aviv. Un tanto nerviosa, pero entusiasta, determinada, Coilan anunció que su partido se propone representar a todas las mujeres, en especial a las menos privilegiadas y las madres solteras que “han sufrido en las manos de políticos que han prometido en sus programas electorales, una y otra vez, ayudarles, hacer más fáciles sus vidas y no han cambiado nada. Mujeres que viven en condiciones económicas reprimidas y refrigeradores vacíos y aquellas que han sufrido abuso doméstico o están luchando con el sistema religioso.
Otro problema son las muchas barreras de miedo que existen para las mujeres ultra-ortodoxas dentro de sus comunidades y no tienen a quien dirigirse en la Knesset en busca de ayuda.
Como ejemplos de las serias faltas de los miembros ultra-ortodoxos de la Knesset, todos son hombres, en la representación de los intereses de las mujeres en sus comunidades, Coilan citó las sesiones de la Knesset que discutían los problemas del cáncer de pecho. A pesar de que la enfermedad puede afectar a más del doble de las mujeres en relación a los hombres y que gran parte del problema es la incapacidad de hacer consciente al público de la importancia de la identificación temprana de la enfermedad, los ultra-ortodoxos no estuvieron presentes porque el tema es considerado “inmodesto”.
O la semana pasada, la terrible historia de una mujer ultra-ortodoxa, madre de 7 niños que fue arrestada por negarse a aceptar un divorcio judío; cuando la mujer se desplomó, le pusieron esposas y la internaron en un hospital por órdenes de los jueces rabínicos. “¿Donde estaban los políticos ultra-ortodoxos cuando una mujer necesito su ayuda?” preguntó Colian.
Colian y Erez, ambas esposas y madres, admitieron tener miedo de las consecuencias que podría acarrear su dedicación en contra de sus familias en la comunidad ultra-ortodoxa o las decisiones de los líderes que desaprueban la presencia de mujeres en la vida pública. Dijeron que les preocupaba que sus hijos sufrieran en sus escuelas religiosas. “No es fácil para ninguna de nosotras hacer esto”, aseguró Colian, aunque todas confirmaron el apoyo de sus familias.
En la sala de la conferencia de prensa no había multitudes o fanfarrias, había reporteros y algunos simpatizantes ultra-ortodoxos y no ortodoxos. El evento había sido planeado durante semanas, pero en silencio por temor a los impedimentos.
Las mujeres ultra-ortodoxas que han luchado por cuestiones políticas han tenido que enfrentar el ostracismo y las amenazas. “Sé que pagaremos un precio por esto,” dijo Colin, “Pero tenemos que darle una ‘dirección’ a las mujeres en nuestra legislatura.”
A la pregunta de por qué no había tratado de unirse a un partido no ortodoxo, respondió: ” “Queremos preservar nuestra identidad y mostrar que las mujeres pueden ser educadas, ser líderes y seguir siendo ultra-ortodoxas.”
La creación del partido se inició después de tratar todo lo posible por obtener la representación femenina en la Knesset, desde dirigirnos a los partidos con guantes de seda hasta ir a las cortes y buscar la presión de los electores.
Desprecio la trampa de Shas que decidió formar un ‘comité de consejos femenino’ en su intento por complacer el deseo de las mujeres de tener voz, mientras las mantienen tras las bambalinas. “No nos callaremos hasta que veamos que las mujeres son representadas.”
El nuevo partido defiende la presencia de las mujeres ultra-ortodoxas en todos los aspectos de la sociedad, incluyendo el área de trabajo y el área militar, con gusto acepta el apoyo de hombres y mujeres no ortodoxos.
Algunas mujeres del público ridiculizaron la idea de que las mujeres no quieren ser representadas por otras mujeres. Pnina Y. Kahlon, quien se identificó como simpatizante entusiasta de Colian y su equipo, agregando: “Todas las mujeres quieren cuidados de salud adecuados, estabilidad económica. Ninguna mujer quiere ser violada o abusada.”
Hasta ahora, la única miembro ultra-ortodoxa de la Knesset fue Tzivia Greenfeld, quien representó a Meretz, el partido de izquierda, en 2008-9.
En 2013 un grupo se lanzó a la elección del Consejo de la ciudad en Elad y perdió. Rahel Ibenborn no soportó las amenazas y retiró su candidatura al Consejo de la ciudad de Jerusalén, el mismo año.
U’bizjutan se presentará a las elecciones generales en marzo y aunque es poco probable que sobrepasen el umbral electoral, nada las desviara del curso de sus esfuerzos. “Somos mujeres religiosas, dice Ruth Colian, y tenemos fe, esa fe nos llevará adelante”.
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