Estas son dos manera de ver a enero, el comienzo.
Enero
Oigo a enero
de pisada blanca
despeinada,
augurio de lo incierto,
una copa se quiebra.
Enero pobre,
desprovisto
huérfano, desnudo.
Frío y oscuro
por diciembre deslumbrado;
los tintes mortecinos, los rescoldos.
Un brindis desconfiado,
de sus oros ausente,
el abrazo que se guarda en un cajón.
Sopla el viento.
Oigo sus pasos resignados.
Tiemblo.
Me arrullaron notas,
en lasitud casi de junio,
todo el año.dormité.
Mi voz ronca y desvahída
no sabe de comienzos.
Dolor de lápiz apoyado,
de largas listas imposibles,
deseos, afanes.
Enero de no te veré
de no regresarás.
Desvalijo de todos los eneros.
Inicios,
resquemores.
Barrer de calles quebrantadas,
las ramas rasgan voces.
Las miradas se pierden
tras el amparo frío de todos.
Enero de extranjeros
transeúntes
trashumantes,
de ser los mismos solos
atándonos al nudo del amor.
Regina Kalach Atri, Espejo de Mareas.
Enero
Celebramos. Hacemos un pacto de renovación. En el ambiente flota un olor a comienzo. Incierto. No se sabe qué será. Sonreímos ante las posibilidades. El sueño de tantos. Un mar de centellas. Como luciérnagas en un campo inmenso. Es de noche. Las promesas hechas titilan. En su fragilidad tiemblan, parecen escapar.
Nos hemos quitado máscaras de antaño. Soñamos que somos otros, y sin embargo, los mismos. Accedemos. Volvemos a empezar.
Regina Kalach Atri.
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