Libro: “Con la libertad en el corazón”, Obra De Noé Katz

Pintor y escultor que trabaja en la alegría y no en la excentricidad doliente, pese a la profundidad y fuerza de varios de sus temas, recuerda lo que Juan Ramón Jiménez llamaba el trabajo gustoso. Su éxito personal (quiero decir. su gozosa y feliz afirmación de la razón de ser del oficio), resulta, sin pretensiones, una defensa optimista de la maravillosa profesión del arte.

Artista que además ha experimentado transitar de la pintura a la escultura y a la escultopintura, abriendo conexiones con el espacio arquitectónico y con el contexto urbano.