Desde hace una década, la Unión Mundial Macabi estableció programas para que adultos de toda Latinoamérica conozcan todos los lugares de atracción más importantes del Estado de Israel, de Norte a Sur, desde la vivencia, el encuentro, el aprendizaje y, como su nombre hebreo lo indica, la diversión.
En estos días, un grupo compuesto por miembros de instituciones afiliadas a FACCMA, en la Argentina, y a Macabi México, con su emblemático Centro Deportivo Israelita, recorren Israel en sus días más significativos como Nación: su recordación por los caídos y su independencia.
Se trata de una experiencia emocionante, enriquecedora, significativa y muy feliz, tal como lo expresa el coordinador del grupo y director de la Organización Hebrea Argentina Macabi, Guido Meczyc:
El miércoles 25 de abril fue “mágico, un día conmemorativo como Iom Hazicarón se termina con el comienzo de Iom Haatzmaut y la alegría que representa”.
La jornada comenzó con una actividad en la playa de Tel Aviv, “reflexionando sobre lo que vivenciamos” la noche anterior, que luego dio lugar a una recorrida por Iafo hasta llegar a Ramat Gan, donde se encuentra Kfar Hamacabiá y instalaciones de la Unión Mundial Macabi.
Allí “nos recibió su vicedirector, Rab. Carlos Tapiero, quien nos dio una explicación de cómo empezaron las distintas instituciones judías en el mundo”, tras lo cual, instantes antes de las 11, salieron a la calle para experimentar los 2 minutos de toque de sirena por Iom Hazicarón.
“Los autos comenzaron a detenerse, la sirena sonaba cada vez más fuerte, los conductores salían de sus autos, la gente se detenía, nada ni nadie se movía; una inmensa quietud y los sentimientos de entender este día como un recordatorio” de todos los militares caídos en defensa del Estado y las víctimas del terrorismo.
“Volvimos para visitar el hermoso Museo del Deporte Judío, con la muestra simultánea de las 18 ediciones de las Macabiot”, y después viajaron a Cesárea.
Luego regresaron a Tel Aviv para asistir al acto de Iom Haatzmaut en Kikar Rabin: “las calles fueron colmándose por completo, banderas de Israel por donde mirábamos, los fuegos artificiales colmaban el cielo de colores, camiones con música, la gente bailando y cantando, festejando esta independencia tan, pero tan deseada y esperada por todos”.
“Luego fuimos a cenar a un restaurante, con show en vivo permanentemente, mientras bailábamos alrededor de las mesas y sobre el escenario canciones en hebreo conocidas por todos.”
A la mañana siguiente concurrieron al Museo de la Independencia, “y de pronto nos encontramos cantando el himno frente al mismísimo lugar en que sucedió hace 64 años”, con “lágrimas de emoción” en los ojos de algunos de los presentes.
A continuación viajaron a Haifa y se regodearon con los jardines de Bahai, que les dejó “fotos visuales que no se pueden trasladar a un papel, a una imagen digital o a un video, sólo quedan grabadas en la retina”.
La recorrida continuó por Tzfat y Tiberíades.
Al día siguiente fueron al kibutz Lojamei Haguetaot, donde funciona “el primer museo de la Shoá, construido por los sobrevivientes del Gueto de Varsovia, pero enfocado desde la perspectiva de la lucha, la resistencia y la vida”.
Y en Rosh Hanikrá, “al ser un lugar limítrofe con el Líbano, observamos buques Israelíes controlando las costas”, para volver a Tiberíades antes de Shabat, encender las velas y compartir una cena sabática.
Tras el descanso se trasladaron a Jerusalem para un “día maratónico de emociones y actividades”.
Con Gabriel Ben Tasgal, un guía y periodista que desarrolló la ONG Hatzad Hashení, dedicada a la hasbará, visitaron Harmon Anatziv y Guiló, desde donde disfrutaron de panorámicas de la capital, luego llegaron al Ministerio de Relaciones Exteriores, donde los recibió un ex cónsul en la Argentina y Uruguay.
A continuación llegó el turno de los museos de Yad Vashem -“el grupo se quedó sin palabras”- y de Hertzl, que “en una forma brillante y particular cuenta su vida, su visión, sus congresos y la posterior creación de un Estado judío”.
Tras pasear por la céntrica y emblemática calle Ben Yehuda recibieron una “charla extraordinaria de Gabriel Shor, un ex paracaidista que nos contó operaciones contra la Intifada, la posterior construcción del muro y alambrado, y la Operación Plomo Fundido”
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