A pesar del intercambio comercial entre México e Israel se incrementó 300 por ciento en la última década hasta llegar a los 850 millones de dólares, tal monto es tan bajo que equivale a menos de lo que México comercializa con Estados Unidos en un día, expuso Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, al inaugurar el Foro Estratégico de Negocios México-Israel, junto con el presidente Shimon Peres.
Consideró que cualquiera que sea la inversión que realicen empresas de Israel en México duplicará la que se registró en 2013 y que ascendió a sólo 500 millones de dólares.
Francisco González, director de ProMéxico, abundó que en la balanza comercial entre ambas naciones México registra déficit ya que exporta a Israel apenas 100 millones de dólares e importa más de 700 millones en productos de allá.
Las oportunidades de negocios y de inversión que ofrece México son enormes, sostuvo el secretario a la delegación empresarial israelí, y ponderó que la estabilidad financiera del país está “blindada” en la clase política porque pese a que ha habido gobiernos de diferentes partidos se mantiene.
Aseguró que aun cuando todavía no se haya aprobado la reforma energética ni tampoco las leyes secundarias en telecomunicaciones, hay interés en invertir y explicó que la delegación de 80 empresarios que acompaña al presidente Peres buscan hacer negocios en cuatro sectores: agroindustria, tecnologías para el ahorro de agua, telecomunicaciones y tecnología.
“No hay un elemento específico explícito en el tema de energía en este grupo que acompaña al presidente Peres, pero no está descartado”, dijo Guajardo, entrevistado tras el encuentro.
También aclaró que el intercambio en agroindustria “no necesariamente” se refiere a la siembra de alimentos transgénicos sino que incluyen las nuevas tecnologías en la producción de industrias lácteas o invernaderos.
En su discurso ante los empresarios de Israel, el secretario hizo un reconocimiento a la “capacidad emprendedora” de la comunidad judía en México pues dijo que “sí hubo un grupo de empresarios importantes, concentrados en sectores estratégicos como el del acero, el de la electrónica, el de la farmacéutica, el de la metal-mecánica que apostaron a la apertura comercial de México a partir de nuestro acceso al GATT en 1985 y de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio en 1994, fue justamente esa parte emprendedora que se reflejó en sectores estratégicos”.
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