El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se encontrará hoy con los principales líderes judíos del país tras la multitudinaria marcha realizada ayer en París y distintas ciudades en repudio al aumento del antisemitismo.
El jefe de Estado, quien rechazó la posibilidad de endurecer las penas por actos antisionistas, se reunirá con los líderes judíos en el marco de la cena anual del Consejo Representativo de Organizaciones Judías en Francia (CRIF), a la que asistirán representantes de los servicios estatales, miembros del gobierno, representantes elegidos de la República, embajadores, líderes de instituciones y asociaciones, miembros de comunidades religiosas y ciudadanos de la sociedad civil.
“Para esta 34ª Cena del CRIF, esperamos fuertes actos y decisiones del Gobierno”, avisó el presidente de la comunidad judía francesa Francis Kalifat, en declaraciones a la prensa.
En este contexto, el dirigente comunitario reclamó al presidente francés “hechos, decisiones fuertes”. “Necesitamos medidas firmes para detener esta ola de antisemitismo que está afectando a nuestro país. Debemos salir de lo declarativo y tomar medidas aplicando la regla de tolerancia cero”, reclamó.
“En primer lugar, aplicar las leyes. Por ejemplo, la convocatoria de un boicot está prohibida, sin embargo, cada semana, pequeños grupos van a las tiendas para pedir un boicot a los productos israelíes o contra Eurovisión en Israel. Estas personas no son sancionadas”, sostuvo.
Asimismo, Kalifat apuntó que desde el CRIF reclaman que “las sanciones impuestas por cada acto antisemita sean lo suficientemente fuertes, severas, como para ser disuasorias” al tiempo que exigieron “la implementación de un plan específico para luchar contra el antisemitismo”.
Consultado sobre si la organización llevará al presidente Macron un reclamo concreto por la agresión que sufrió el sábado pasado el filósofo Alain Finkielkraut, el dirigente dijo que “el CRIF desea presentar una queja”, pero aclaró que lo hará luego de hablar con la víctima del ataque antisemita.
Consultado sobre si Francia está experimentando un fuerte resurgimiento del antisemitismo, Kalifat contestó: “Claramente, sí. El aumento del 74% en 2018 en actos antisemitas significa que la población judía de nuestro país, que representa menos del 1% de la población mundial, representa más del 50% de los actos racistas cometidos”.
Respecto de si el movimiento de los chalecos amarillos alimenta el antisemitismo, el dirigente sostuvo que este colectivo social “se radicalizó” y alertó sobre la infiltración de elementos de “la extrema derecha, la extrema izquierda, los islamistas de izquierda y los salafistas”.
Para el titular del CRIF, la protesta “les da (a estos grupos) la oportunidad de venir y expresar su odio a los judíos, Israel, en estas manifestaciones de sábado”.
“Debemos tomar medidas drásticas para detener estas manifestaciones, que ya no se utilizan para reclamar el poder de compra, sino para expresar el odio de las instituciones, la República y los judíos”, sostuvo.
En este punto se le preguntó al dirigente si el CRIF propone la prohibición de las manifestaciones de los chalecos amarillos a lo que respondió: “El derecho a manifestarse es constitucional, pero debemos encontrar una manera de detenerlos, en cualquier caso para canalizarlos. Es necesario dejar solo las manifestaciones declaradas de antemano, para evitar otras. Procesan las procesiones que ya no pasan por el centro de la ciudad. No podemos seguir así, de sábado a sábado”.
“El antisemitismo duele dos veces: la primera vez cuando ataca; una segunda vez cuando los ataques se producen en un silencio casi cómplice. Nunca ha sido el silencio de las autoridades públicas o los partidos políticos, sino la indiferencia y el silencio de nuestros compatriotas, dando la sensación de que el antisemitismo es un asunto de los judíos”, indicó.
En cuanto a la propuesta de los diputados de impulsar una ley para penalizar el antisionismo, Kalifat señaló que “una recomendación del Parlamento Europeo ha adoptado la definición de IHRA, que enumera en 11 puntos qué es el antisemitismo. Entre ellos se encuentra la negación de Israel. Al tiempo que señala que las críticas al Estado de Israel no forman parte de lo que puede considerarse como antisionismo”.
“Estoy esperando que Francia adopte esta recomendación. Como sabemos que el ‘judío sucio’ de ayer se ha convertido en el ‘sionista sucio’ de hoy, la agresión contra Finkielkraut es el último ejemplo. No permitan que los antisemitas jueguen con las palabras para escapar de la persecución. Se necesita una nueva legislación para dar cabida a este nuevo antisemitismo, que se oculta detrás del antisionismo. Ya es hora de que el antisemitismo sea una ley común y no la ley de 1881 sobre la prensa”, aseveró, por último, el presidente del CRIF.
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