El primer ministro británico, David Cameron, pidió este lunes a sus socios del G7 que se involucren activamente en la estabilización de Irak y Libia para combatir el auge del terrorismo islamita y las mafias que trafican con personas.
Cameron realizó estas declaraciones en la rueda de prensa que ofreció al cierre de la cumbre de los líderes del G7, que, además del Reino Unido, agrupa a Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Italia y Japón, reseñó Efe.
A su juicio, la lucha contra el terrorismo islamista pasa, en Irak, por entrenar a las fuerzas armadas del país (más allá de la actual formación a los kurdos), dar un “claro apoyo político” al Gobierno en Bagdad para que forme un ejecutivo “inclusivo” y atajar la extensión de esa “ideología venenosa”.
Asimismo, Cameron apostó por estabilizar Libia para evitar que sea una “base para el terrorismo” islamista y, de paso, evitar que este país, dividido por una guerra civil, siga siendo un “corredor abierto” para traficantes de personas rumbo a Europa.
Para impulsar el crecimiento económico, el primer ministro británico indicó ante los medios que defendió ante sus colegas sus tesis de “luchar contra la corrupción”, potenciar las tecnologías limpias y fomentar el libre comercio.
En este último punto, se mostró esperanzado de que se puedan concluir con éxito en menos de seis meses las negociaciones para cerrar un tratado de libre comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea.
Sobre Ucrania, indicó que por un lado el G7 va a mostrar su “apoyo” al presidente ucraniano, Petró Poroshenko, para que pueda llevar a cabo las “reformas económicas y políticas” que pretende y, por otro, que las sanciones a Rusia se deben mantener hasta que se “implemente completamente” el acuerdo de Minsk.
“Los ucranianos son las víctimas, y no los agresores”, agregó Cameron.
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