Durante las últimas semanas, destacados científicos provenientes de las
principales universidades de Israel visitaron México. Su presencia ha
contribuido, sin duda, a fomentar los nexos científicos entre ambos países y a
explorar nuevas vías de intercambio y colaboración. En el mundo global en el que
vivimos, el conocimiento puede trascender fronteras con mayor facilidad para
construir puentes científicos y culturales entre nuestras sociedades.
Israel cuenta con siete universidades que se encuentran entre las 200
instituciones de educación superior más reconocidas del mundo. En el seno de sus
comunidades de excelencia se encuentran 5 ganadores de Premios Nobel a lo largo
de la última década y un merecedor de la Medalla Fields en matemáticas,
considerada el equivalente al premio Nobel. A su vez, la presencia de los
investigadores israelíes en los congresos y foros científicos internacionales es
sobresaliente, tanto en términos relativos como absolutos.
Uno de los académicos que estuvo en días recientes en México es el Profesor
Elias Aljadeff, del Departamento de Matemáticas del Technion, que es la
universidad más destacada en ciencia y tecnología. Se estima que un 70 por
ciento de los líderes de la industria Hi-Tech de Israel son egresados de dicha
institución.
El Profesor Aljadeff considera que Israel ha alcanzado tan alto nivel de
desarrollo científico por tres razones principales. En primer lugar, por la
propia tradición judía, que le concede un gran valor a los estudios y a la
ciencia. Sin duda, dicha tradición atraviesa países y caracteriza a las
comunidades judías en el mundo y no sólo en Israel. El respeto al estudio se
arraiga en la trayectoria milenaria que se remonta a la época bíblica,
posteriormente al Talmud (interpretaciones a la Biblia), hasta llegar a los
rabinos, que establecieron una metodología deenseñanza conocida por su
disciplina extrema.
Otra razón importante que alienta la investigación es la necesidad de Israel de
sobrevivir en una zona conflictiva, siendo un país con escasos recursos
naturales, por lo que se ve obligado a potenciar sus capacidades científicas y
tecnológicas.
Una tercera causa es, sin duda, el capital humano de la inmigración proveniente
de países en los que la ciencia ha gozado de un lugar destacado, tal como sería
el caso de la reciente inmigración masiva proveniente de Rusia, caracterizada
por su excelente formación académica.
El distinguido académico me señaló que en los últimos años las universidades han
hecho serios esfuerzos para impulsar al sistema educativo israelí y profundizar
en la enseñanza de las ciencias, ya que una buena formación o, en su defecto,
los problemas por su ausencia, comienzan ya en la escuela primaria. Él explica
que en Israel, en cada curriculum de enseñanza de la ciencia hay básicamente 3
niveles: el básico, el medio y el superior. La cantidad de alumnos que elijen
materias como las matemáticas, la biología, la química y la física para
cursarlas en el nivel superior ha decrecido de manera notoria. Menos del 20 por
ciento de ellos se gradúa en ciencias; el 30 por ciento prefiere escoger el
nivel medio y el 53 por ciento el nivel básico de las ciencias. Los estudiantes
optan con mayor frecuencia por materias de áreas como el teatro, la sociología,
el arte o la economía y no siempre lo hacen por atracción hacia las humanidades
y las ciencias sociales sino también para eludir las dificultades que encuentran
en el aprendizaje de las ciencias exactas.
Por último, añadió que los problemas de formación empiezan en los primeros años
escolares, al no exigir a los niños ejercitarse en las ciencias a pesar de
privilegiar programas de estudio sofisticados pero ajenos a un entrenamiento
básico y sostenido. Por lo anterior, el nivel que tienen los estudiantes que hoy
ingresan a las universidades es inferior al que tenían los que ingresaban hace
20-30 años, aunque se trate de los mejores estudiantes de Israel.
Estos problemas educativos seguramente no le son ajenos al lector o lectora, lo
que constituye una razón más para estimular y fortalecer el diálogo científico
entre nuestros países.
Rodica Radian-Gordon
Embajadora del Estado de Israel en México
Fuente:excelsior.com.mx
Artículos Relacionados: