Irán endureció su postura de cara a un eventual acuerdo nuclear con las potencias atómicas tras aprobar por una abrumadora mayoría de 260 de los 290 miembros del Parlamento un proyecto de ley con tres cláusulas determinantes: la exigencia de eliminación de todas las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y la preservación de la infraestructura y el derecho a desarrollar energía nuclear, y la advertencia de que si se infringe alguna de las obligaciones, el pacto será considerado nulo y la República Islámica reiniciará su programa de enriquecimiento de uranio al “nivel requerido por las necesidades” de ese país.
Irán reclama tener 190 mil centrifugadoras, una cantidad que le permitiría producir un arsenal nuclear en semanas.
La iniciativa representa un nuevo intento iraní para presionar a las potencias a lograr un acuerdo antes de la fecha límite del 31 de marzo.
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