“Los firmantes de una petición en contra de la exposición de Hermann Nitsch no serían capaces de observar objetivamente el arte doctrinal en los museos de México. Reaccionan a algo que me parece abominable que no entiendan. Es triste, pero realmente la culpa debe ser atribuida al Museo Jumex”.
Así reaccionó Marc J. Straus, director de la galería con sede en Nueva York que representa a Hermann Nitsch, sobre la cancelación de la retrospectiva del artista austriaco en el Museo Jumex, al asegurar que cuando la gente ha “denigrado” obras de arte es por falta de comprensión.
Straus recordó que en la prestigiada colección del Museo Jumex se puede encontrar obras en las cuales están rebanados corderos para ser exhibidos de una forma ritual en vitrinas.
El galerista publicó en su sitio web una carta en la que defiende al artista, y lamenta la censura en México. “He estado coleccionando arte serio y muchas de nuestras compras a lo largo de los años fueron severamente criticadas por personas que tenían puntos de vista muy estrechos de lo que el arte debería ser; obras de Ellsworth Kelly, Dan Flavin, Carl Andre, Jeff Koons, Robert Mapplethorpe, Andrés Serrano”.
Al considerar que la obra del padre del accionismo vienés genera molestias no sólo por el uso de sangres sino por sus referencias a rituales religiosos, Straus explicó que no puede haber momento más oportuno para presentar a Nitsch que este en que hay crisis social a nivel internacional.
“Hermann no es antireligioso, la iglesia es una parte de su vida. Y aun en lo religioso pueden encontrarse fuertes evidencias de que ha sido utilizada para llevar a cabo matanzas usando sus razonamientos (…) Sin embargo, la obra de Nitsch no tiene que verse tanto como un comentario a este tipo de situaciones, sino a los elementos rituales en la religión”.
Argumentó además que durante siglos la Iglesia Católica no permitía la desnudez en el arte a excepción de ejemplos que muestran la crucifixión o casos especiales como el David, y con ello promovió que la gente rechace obras de arte por falta de comprensión y prejuicios como fue el caso del alcalde Giuliani y la exposición en el Museo de Brooklyn.
“Hermann Nitsch hace arte desde el corazón, el arte que equipara belleza con el ritual. Al final hay pinturas, algunas de las más poderosas obras abstractas en los últimos 60 años. Es una auténtica y valiente voz. Se trata de la necesidad humana del ritual y la forma en que esos rituales están repletos de hermosos símbolos”, insistió.
La reacción del galerista se suma a las expresiones de molestia por la cancelación de la individual de Nitsch, la que sería su primera exposición en América Latina. La semana pasada la embajada de Austria en México también hizo pública una carta en la que aseguró que se hizo una lectura errónea de las acciones del artista. (Excélsior, 7/02/2015)
“La obra de Nitsch critica precisamente la utilización industrializada de animales para consumo, así como la actitud de una sociedad que considera los productos de animales como productos desechables”, señaló Eva Hager, embajadora.
En su respuesta, la diplomática afirmó que, contrario a lo que los ambientalistas señalan, el artista aborda en su obra conceptos sobre el ritual y el sacrificio a la manera antigua, “en los que se percibía al animal como ser vivo y respetado”.
Patrick Charpenel, director del Museo Jumex, se limitó a decir que por las condiciones sociales del país se consideró no pertinente presentar la obra de Nitsch, sin hacer mención de la campaña de protectores de animales realizaron en la página charge.org para suspender la exposición.
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