La canciller alemana, Angela Merkel, enfatizó ayer que combatirá toda forma de odio, racismo y antisemitismo, al celebrar un acto para recordar a las persecuciones a judíos en 1938.
Merkel lamentó que hoy en día las proclamas antisemitas y racistas encuentren fácilmente eco, así como el desenfreno con el que se incita al odio tanto en Internet como en la calle.
“No lo podemos ignorar, no lo podemos minimizar de ninguna manera”, afirmó la jefa de Gobierno alemana en una ceremonia por el décimo aniversario de la inauguración de la sinagoga en la ciudad de Múnich.
“Nos inclinamos con gran dolor ante las víctimas”, dijo Merkel, en referencia a la Noche de los Cristales Rotos de 1938. Los acontecimientos de esa noche fueron un presagio “para el mayor genocidio de la historia humana”, señaló.
Al mismo tiempo, la canciller reconoció a las comunidades judías que pese al nazismo extendieron luego la mano a la reconciliación.
Por su parte, Merkel fue galardonada con la medalla Ohel Jakob de la comunidad judía de Múnich y Alta Baviera por sus esfuerzos contra el antisemitismo y su contribución a la comunidad judía en Alemania.
El gran rabino de la sinagoga de Park East en Nueva York, Arthur Schneier, elogió a Merkel como “mujer de conciencia y de principios”. “Usted es una bendición”, dijo.
La presidente de la comunidad judía, Charlotte Knobloch, destacó que Merkel como ninguno de sus predecesores está de manera inquebrantable, audaz y combativa junto a los judíos en Alemania y en el Estado de Israel.
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