Israel lamenta que no se tenga en cuenta la “amenaza muy real” de los cohetes de Hamás y denuncia “parcialidad política” en su contra.
El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha condenado a Israel por el “aparente uso intencionado de fuerza ilegal letal y otras fuerzas excesivas” contra los manifestantes en la frontera de la Franja de Gaza, al tiempo que ha hecho un llamamiento para que los responsables de esa represión sean llevados ante la justicia.
Las protestas en la frontera de Gaza con Israel comenzaron en marzo de 2018, con los gazacíes exigiendo a Israel que pusiera fin al bloqueo de este territorio costero palestino y que reconozca el derecho al retorno a su tierra de las familias palestinas que huyeron o fueron expulsadas cuando se fundó el estado de Israel en 1948.
En el último día de las dos semanas de sesión ordinaria, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha aprobado una resolución sobre rendición de cuentas que ha sido presentada por Pakistán en nombre de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI). El texto ha sido aprobado con los votos a favor de 23 países, entre ellos México , ocho votos en contra, quince abstenciones y ante la ausencia de una delegación.
Veintitres países votaron a favor de reporte, entre ellos México, Perú, Chile, Cuba, Egipto, Eritrea y Arabia Saudita. Australia, Austria, Brasil, Bulgaria, República Checa, Fiji, Hungría y Ucrania votaron en contra y 16 países se abstuvieron, incluidos India, Islandia, Italia, Dinamarca y el Reino Unido.
La resolución hace un llamamiento a la cooperación con la investigación preliminar abierta por el Tribunal Penal Internacional (TPI) en 2015 sobre supuestas violaciones de Derechos Humanos cometidas por Israel.
El texto se basa en un informe de una investigación de Naciones Unidas que dice que las fuerzas de seguridad israelíes podrían haber cometido crímenes de guerra y contra la Humanidad al matar a 189 palestinos y herir a más de 6.100 en las protestas semanales de 2018 en la frontera de la Franja de Gaza.
Las acciones “dirigidas contra civiles son un tema grave que no debería ser condonado”, ha subrayado el embajador de Palestina, Ibrahim Jraisi, mencionando las conclusiones del informe. El balance incluye 35 menores palestinos, dos periodistas y varios trabajadores médicos muertos, según ha resaltado. “No ha habido heridas infligidas a ningún isralí, sean civiles o militares”, ha asegurado.
La embajadora de Israel, Aviva Raz Shechter, ha denunciado lo que ha considerado como una “clara prueba de parcialidad política contra Israel” en el informe y ha asegurado que las autoridades están estudiando los “incidentes individuales”.
La embajadora ha acusado al equipo independiente responsable de la investigación de haber ignorado “la amenaza muy real” que ha representado para los 70.000 israelíes que residen junto a la frontera el lanzamiento por parte de los milicianos de Hamás de unos 1.300 cohetes durante el periodo analizado, del 30 de marzo al 31 de diciembre de 2018.
Los países europeos se han mostrado divididos, con Reino Unido e Italia optando por la abstención, mientras que España y Austria han votado a favor y Hungría en contra. Estados Unidos no ha participado porque abandonó en 2018 el organismo argumentando que tenía un sesgo antiisraelí.
“Hamás tiene, desde luego, la principal responsabilidad porque sus operativos han explotado cínicamente las manifestaciones y somos claros al decir que Israel tiene el derecho de autodefensa”, ha asegurado el embajador británico, Julian Braithwaite. “Del mismo modo, hemos expresado en privado y en público desde hace tiempo nuestra preocupación por el uso de munición real y fuerza excesiva por parte de las Fuerzas de Defensa israelíes. Nuestra decisión de abstenernos refleja ese equilibrio”, ha explicado.
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