El emisario de Jabad Ari Edelkopf ha sido considerado una amenaza para la seguridad nacional de Rusia y se le ordeno abandonar Rusia. Esto es preocupante, una comunidad que se encuentra viviendo en un estado cada vez más autoritario.
Hace tres años, el rabino Ari Edelkopf y su esposa, Chana, trabajaron día y noche durante semanas para mostrar su comunidad y ciudad a los muchos extranjeros en la ciudad para los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi.
Los emisarios de Jabad de los Estados Unidos llegaron a la ciudad en la costa del Mar Negro de Rusia en 2002. En el momento que abrió los Juegos Olímpicos, que podrían ofrecer tres sinagogas, cinco centros de información y 24/7 de catering kosher a miles de personas en la ciudad, los cuales tiene sólo 3.000 Judios.
Los Edelkopfs se celebraban en los medios locales para estos considerables esfuerzos, que el Kremlin comercializado como prueba de que Rusia da la bienvenida a las minorías – incluso invitando al gran rabino de Rusia para hablar en la apertura.
Este mes, la pareja está en las noticias otra vez, pero por una razón diferente: Ellos y sus siete hijos han recibido la orden de salir de Rusia después que las autoridades marcaron a Ari Edelkopf como una amenaza a la seguridad nacional – un precedente en la Rusia post-comunista que líderes de la comunidad llaman falsa y preocupante, pero son incapaces de prevenir.
Esto ocurre en medio de una campaña por los derechos humanos que han sido pisoteados por el presidente Putin, muchos de los judíos en Rusia señalan que a pesar de que Putin siempre se ha mostrado favorable a la comunidad judía, los judíos no son inmunes de sufrir el vivir en un país autoritario. Esto recuerda los pesar que paso la comunidad judía cuando vivian bajo la dictadura comunista.
La orden, que incluía ninguna explicación o acusación concreta, “plantea serias preocupaciones para el futuro de las comunidades judías en el país,” Rabí Baruj Gorin, un portavoz de la federación.
Gorin también llamado el fin de “un intento de establecer un control” sobre las comunidades religiosas en Rusia, incluyendo la judía, la que dijo es atendida por un 70 rabinos de Jabad, la mitad de los cuales son extranjeros. Muchos Judios Sochi consideran a Edelkopf, un nativo de Los Ángeles, como un líder espiritual popular y querido con una trayectoria impecable y una estrecha relación con Lazar. Ellos reaccionaron con consternación e indignación a la orden de expulsión.
“Esto es absurdo,” Rosa Khalilov escribió en uno de los cientos de mensajes de Facebook anunciados en el perfil de Edelkopf, en el que ofreció actualizaciones de su lucha legal no pudo mantenerse en Rusia. “La deportación sin pruebas y por lo tanto sin defensa apropiada para el acusado. Estoy completamente decepcionado”.
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