Stella, una joven judía alemana, crece en Berlín durante el régimen nazi. A pesar de todas las medidas represivas, sueña con una carrera como artista y cantante de jazz en Broadway. Cuando se ve obligada a pasar a la clandestinidad en febrero de 1943, su vida se convierte en una tragedia.
Capturada y torturada por la Gestapo, decidió traicionar a su pueblo para salvarse a sí misma y a sus padres de la deportación a Auschwitz, convirtiéndose en una «cazajudíos».
En un mundo inmoral y sin reglas, aprendió a proteger sus propios intereses en busca de su propia identidad. Entre 1943 y el final de la Segunda Guerra mundial, entregó a cientos de judíos a la Gestapo. En contra de sus previsiones, sus padres murieron en Auschwitz.
Al acabar la guerra fue detenida por los rusos y pasó diez años en un campo de internamiento, lo que le valió para quedar en libertad cuando fue juzgada en Berlín. Tras un intento fallido, se suicidó en 1994. Tenía 72 años.
Dans «Stella, víctima y culpable» -Premio del Público-Biznaga de Plata a la Mejor película «Mosaico Panorama Internacional» en el Festival de Málaga- la joven cantante que sueña con una vida de glamour en Estados Unidos, vive con sus padres en Berlín y trabaja en una fábrica de armamento donde, igual que todos sus colegas judíos, tiene que aguantar un trabajo extenuante y obedecer consignas. En un intento desesperado por escapar a lo peor, se pasa al campo enemigo y sobrevive denunciando a otros judíos.
Es una historia real y terrible, una página negra de la historia de Alemania: Stella Goldschlag, cantante de jazz en el Berlín de finales de los años 1930, judía rubia y con ojos azules, sobrevivió al régimen nazi cuando, tras ser detenida y torturada, aceptó lo inaceptable y empezó a colaborar con los nazis denunciando a judíos que estaban viviendo en clandestinidad, a sus conocidos, a sus amigos…
En los años 1990, el periodista alemán Peter Wyden, judío berlinés que fue en su día compañero de instituto de Stella, relató por primera vez su historia. En 2020 se publicó lo que acabaría convirtiéndose en un Bestseller: «Stella» de Takis Würger, aunque el autor fue duramente criticado por haber hecho una novela kitsch sobre el Holocausto.
El realizador alemán Kilian Riedhof («No tendréis mi odio», sobre el atentado terrorista islamista que tuvo lugar en la sala Bataclán de París, el 13 de noviembre de 2015, en el que murieron 131 personas y 415 resultaron heridas) no condena a la protagonista, la considera la última víctima de Hitler.
Pero sí plantea varios interrogantes al espectador: en primer lugar qué habríamos hecho cada de nosotros en el lugar de Stella y, al mismo tiempo, cuánto de preocupados nos sentimos ante el inquietante despegue de la extrema derecha en toda Europa.
«Stella, víctima y culpable[1]» –víctima y verdugo- es un drama histórico, una tragedia, una película sobre la culpabilidad y un retrato estremecedor de quien fue una de las más importantes colaboradoras de la Gestapo en el Berlín de la guerra, y sus comportamientos ambivalentes hasta llegar al punto de no retorno, interpretado magistralmente por la alemana Paula Beer («Ondine», «Frantz», «El canto del lobo», «El cielo rojo»), una mujer entregada al personaje –tan complejo como execrable- con un rostro que llena la pantalla y eclipsa al resto de personajes que le acompañan en el relato y que, como confiesa ella misma, «no tuvo nunca una vida normal».
La actriz ha confesado que el myor reto consistió en superar el rechazo que le inspiraba el personaje en un primer momento.
«En sus mejores momentos, la película plantea un interrogante moral sobre la cuestión de la supervivencia en condiciones extremas, apoyándose en la interpretación de Paula Beer, que compone un personaje a la vez luminoso, carismático y glacial». (Cahiers du Cinéma)
- «Stella, víctima y culpable» estará en los cines madrileños a partir del viernes 15 de marzo de 2024.
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