El menú en Yalla es tan del Medio Oriente como se puede: hummus, falafel, shawarma — en una pita, un bol o en un plato.
Este camión de comida en un parche de concreto junto a un césped cubierto de hierba, a poca distancia del comedor de la Universidad de Duke, es la última empresa interreligiosa del campus. A principios de este semestre, comenzó a servir alimentos que satisfacen las necesidades dietéticas más estrictas de dos grupos: judíos y musulmanes. La comida está certificada como kosher y halal.
Yalla, de la palabra árabe “prisa”, comúnmente pronunciada también por hablantes de hebreo, es un intento proactivo de construir puentes entre estudiantes de ambas religiones en un momento de crecientes tensiones, principalmente por el conflicto israelí-palestino.
“Queremos impulsar a los estudiantes judíos y musulmanes a que se reúnan”, dijo el rabino Nossen Fellig, un líder de Jabad en el campus que ideó el concepto del camión de comida junto con un colega musulmán, Abdullah Antepli, profesor de la práctica de las relaciones interreligiosas.
En los campus de todo el país, las tensiones en torno al conflicto palestino-israelí se están desbordando.
En agosto, nueve grupos de afinidad de facultades de derecho de la Universidad de California, Berkeley, votaron a favor de adoptar estatutos que prohíban a los oradores universitarios que apoyen el sionismo o “la ocupación de Palestina”.
El semestre pasado, un editorial del personal de The Harvard Crimson, un periódico estudiantil, expresó su apoyo al movimiento de boicot, desinversión y sanciones contra Israel. Más tarde, varios estudiantes y activistas pro-palestinos fueron engañados por grupos pro-Israel.
Duke tampoco es ajeno a estos choques hiperbólicos.
El semestre pasado, estalló una controversia sobre una tarifa de $ 16,000 a tres oradores pro-palestinos, uno de los cuales hizo declaraciones virulentamente antisemitas. Un grupo más nuevo en el campus, Students Supporting Israel, recibió el mes pasado a un controvertido abogado de derechos humanos palestino pro-Israel.
El camión de comida es, en parte, un esfuerzo por encontrar puntos en común.
“Pensé, vamos a hacer un camión de comida kosher, ¿por qué no agregar halal?” dijo Antepli, quien anteriormente en su carrera se desempeñó como capellán musulmán en el campus. “Reunamos a los estudiantes judíos y musulmanes en torno a la comida y la cultura”.
El camión de comida Yalla en la Universidad de Duke ofrece comida kosher y halal. El camión fue ideado por el rabino Nossen Fellig de Jabad, a la izquierda, y Abdullah Antepli, profesor asociado para la práctica de las relaciones interreligiosas. Foto de RNS por Yonat Shimron
Hasta ahora, menos estudiantes musulmanes han comido en el camión de comida de Yalla.
Una de las que lo hizo, Hana Hendi, tesorera de la Asociación de Estudiantes Musulmanes, dijo que le gustaba. Hendi pidió un shawarma de pollo en el camión de comida, que dijo que tenía mucho hummus pero que, por lo demás, estaba muy sabroso.
“Fue una especie de fusión de Medio Oriente y una forma de consumo estadounidense”, dijo Hendi. “Fue muy bueno.”
Los estudiantes judíos que comen kosher tienen pocas opciones en el campus. El Centro Freeman para la Vida Judía tiene una cafetería kosher, y las cenas gratuitas de los viernes por la noche en Fleishman Chabad House son populares entre muchos estudiantes. Pero tampoco está en el campus principal.
Los estudiantes musulmanes no tienen un café halal, aunque las entradas de pollo en el comedor principal de Duke tienen, con pocas excepciones (alitas deshuesadas y filetes de pollo), certificación halal.
La ley dietética islámica requiere que el pollo y la carne de res sean sacrificados ritualmente. Lo mismo ocurre con la ley dietética judía, aunque los requisitos no son idénticos. Las leyes dietéticas kosher son más elaboradas e incluyen la prohibición de mezclar carne y productos lácteos. Tanto las leyes dietéticas judías como las musulmanas prohíben cocinar o consumir carne de cerdo.
Proporcionar comidas kosher es especialmente importante para el grupo jasídico Jabad. Fellig, que atiende a los casi 1600 estudiantes judíos de Duke, tanto de pregrado como de posgrado, ha querido durante mucho tiempo ofrecer comidas kosher continuas, no solo las comidas de los viernes por la noche que él y su esposa ofrecen en Fleishman House Chabad.
Durante un tiempo, Fellig pensó que podría hacer que Duke proporcionara una estación kosher en su comedor. Cuando eso no funcionó, los donantes judíos se unieron con la idea de comprar un camión de comida, que costó más de $ 200,000. Dotarlo de un supervisor kosher de tiempo completo que inspeccione las operaciones de alimentos no es barato.
“Estamos aquí para brindar un servicio a la comunidad”, dijo Fellig. “No abrimos para ganar dinero. Pero tengo la esperanza de que cubriremos nuestros costos”.
Varias otras Chabads universitarias han experimentado con camiones de comida kosher, incluidas la Universidad de Vanderbilt, la Universidad George Washington y la Universidad Estatal de Nueva York en Oneonta.
Ninguno tiene la certificación halal también.
Antepli supervisa el cumplimiento de lo halal, aunque en general, dijo, cualquier cosa que sea kosher también es aceptable en términos de carnes halal. Fellig dijo que prohíbe estrictamente el consumo de alcohol en el camión, de acuerdo con la tradición musulmana. (Cuando el cocinero quiso presentar un postre de bolas de chocolate, Fellig anuló la idea ya que la receta requería ron).
Alexandra Ahdoot, una estudiante de segundo año que es presidenta de Students Supporting Israel, hizo fila para almorzar hace unas semanas.
“No hay muchas opciones para tener durante la semana que también incluyan carne”, dijo. “Esta es definitivamente una excelente comida y estoy muy feliz de que esté aquí. También es halal, por lo que abre la puerta para que vengan más estudiantes”.
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