Hace pocos días el partido nacionalista extremista Amanecer Dorado ha anunciado su candidato para la alcaldía de Tesalónica, la segunda ciudad de Grecia,donde hasta la Segunda Guerra Mundial residía la mayor comunidad judía del país.
El candidato es Artemis Mattheópulos, un músico que es ahora uno de los 18 diputados del partido en el parlamento. Matthiópulos es conocido porque ha sido el bajista del grupo musical «Pogrom», la palabra rusa que describe la violencia masiva contra los judíos en tierras del imperio ruso a finales del siglo XIX y comienzos del XX.
Las canciones del grupo son violentas y racistas, empezando por una titulada «Auschwitz» en las que se critica a Anna Franck y a quienes acuden al Muro de las Lamentaciones. Una de sus frases características es «La estrella de David me hace vomitar,ah,Auschwitz, cuanto te quiero».
Otra canción característica del grupo punk es «Habla griego o muere», cuya letra dice literalmente: «Vienes a nuestro país, no tienes trabajo, estás hambriento y te comes a nuestros hijos» o «hablas ruso, albanés, pero no hablas bien griego. Habla griego o muere».
Aunque los observadores políticos consideran que es imposible que gane las elecciones municipales, si les preocupa que un candidato neonazi se presente en Tesalónica, ciudad portuaria y donde la presencia judía es aun muy visible.
El lema de la campaña electoral de este diputado es «Amanecer griego para Tesalónica», ante una foto del símbolo de la ciudad, a Torre Blanca y una escultura de Alejandro Magno.
Su primera intervención tras el anuncio de su candidatura incluyó insultos al actual alcalde, Yánis Butáris, candidato independiente apoyado por la izquierda que ha puesto en marcha muchas iniciativas liberales en el ayuntamiento. Butáris por su parte ha descrito públicamente a los seguidores de Amanecer Dorado como «una banda de criminales, un grupo de payasos».
Comprometido con la hija del líder
Artemis es ahora mas conocido no por sus intervenciones en el parlamento, sino por estar comprometido con Uranía, la hija única del secretario general del partido Níkos Mijaloliakos, con la que figura en algunos programas del partido que sólo se pueden ver a través de la página web de la organización.
De hecho en las elecciones mas recientes de Junio 2012 no resultó elegido él, sino Nikitas Siótis en la provincia de Séres (Macedonia) dónde se presentaban los dos. Aunque Nikos se declaraba oficialmente antes de las elecciones como en paro, anunció que por tener mucho trabajo debía dimitir después de su elección, con lo que Artemis le sustituyó en su escaño.
Las malas lenguas comentan que poco después Nikitas ha sido «colocado» como empleado del partido en el parlamento, uno de los mejores puestos del sector público griego en el que nadie controla tu trabajo pero cobras un buen sueldo a fin de mes.
Nueva cátedra de estudios judíos
Para contrarrestar esta noticia, la Universidad de Tesalónica, una de las mejores del país, ha anunciado la creación de una cátedra de estudios judíos. El anuncio lo hizo el Rector de la Universidad, Yánis Milópulos, junto con el Presidente de la Comunidad Judía de Tesalónica, David Saltiel.
El rector subrayó que se trata de una decisión histórica, ya que ayudará a «la recuperación de la memoria histórica y la transmisión del conocimiento científico en el campo de la historia y la cultura judía». Para el próximo año académico 2014-2015, sus gastos (unos 50.000 euros por curso) serán cubiertos por la comunidad judía de la ciudad, según anunció Saltiel y la cátedra se incluirá en la Escuela de Filosofía.
La Universidad tuvo durante cinco años, entre 1930 y 1935, esta cátedra pero fue eliminada durante la dictadura de Ioanis Metaχas en 1936 y no se volvió a crear hasta ahora.
La comunidad judía ,formada mayormente por sefarditas, superaba los 50.000 habitantes antes de la Segunda Guerra Mundial. Pero la gran mayoría de sus miembros más de 48.000 personas, fue trasladada y falleció en el campo de concentración de Auschwitz Birkenau o al de Bergen Belsen, sobreviviendo menos del 2%.
Unos pocos se salvaron gracias a sus documentos españoles o italianos que les permitió no ser llevados a los campos de concentración y poder viajar al extranjero. Quienes fueron internados en los campos con documentos españoles tuvieron mejor tratamiento y la mayoría fue enviada a España, desde donde siguieron su viaje hacia Israel.
Fundamental fue el trabajo del entonces Cónsul General de España en Grecia, Sebastián Romero Radigales y del personal de la Embajada española que consiguieron salvar a muchos judíos y conservar y devolver todos los bienes que les fueron entregados para su custodia.
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