Unos 7.000 cristianos evangélicos de más de 100 países participaron el jueves, junto con miles de lugareños, en la Marcha de los Tabernáculos (Sucot) repleta de color, música y banderas. El desfile es una tradición que se realiza año tras año durante la fiesta judía de Sucot. Constituye uno de los eventos centrales de la celebración anual en la Embajada Cristiana Internacional de Jerusalem (ICEJ) en Israel.
Decenas de delegaciones se reunieron en el Parque Sacher de Jerusalem resplandecientes con sus trajes tradicionales y portando las banderas de sus naciones. Se abrieron paso por las calles de la capital hasta el Liberty Bell Park, al lado del barrio de la Colonia Alemana.
Las delegaciones vinieron de lugares que van desde los Estados Unidos hasta las Filipinas, desde el Reino Unido hasta Sudáfrica y un sinnúmero de lugares intermedios.
Las delegaciones más grandes fueron de Brasil con 900 miembros y de Costa de Marfil con 500, una cifra que superó a la de Estados Unidos, según el ICEJ.
El evento de la Fiesta de los Tabernáculos es una celebración de cinco días para los cristianos evangélicos que se lleva a cabo durante Sucot debido a la mención bíblica y la inclusión de los no judíos en las ceremonias festivas.
“Durante la Fiesta de los Tabernáculos, o Sucot, el pueblo judío se reunió en Jerusalem, no solo para recordar la provisión de Dios en el desierto, sino también para esperar la era mesiánica prometida, cuando todas las naciones fluirán a esta ciudad para adoren al Señor”, explicó el ICEJ en una declaración.
En los últimos años, varios líderes religiosos judíos han pedido a los judíos que eviten el evento ICEJ, diciendo que la organización busca convertir a los judíos al cristianismo. Sin embargo, los funcionarios del grupo insisten en que tienen una política contra el proselitismo en Israel.
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