Trabajaba en el despacho de mi casa una tarde, para sorpresa mía entro un pajarito de los que a través del cristal de la ventana veo en el jardín… Volaba y volaba, en su afán de salir se topaba con el cristal de la ventana junto al jardín, después de unos instantes lo volvía a intentar y volvía a chocar. Luchaba con una aparente realidad…
A lo largo de la vida los seres humanos tropezamos con realidades aparentes en las distintas facetas de nuestro vivir…
Se aprende después de haber errado el tiro… Pensábamos que se podía, pero no fue así… Teníamos las cartas en la mano. Pero fuimos superados…
La aparente realidad, finalmente es una mentira y como todas las mentiras cae por falta de verdad en su esencia.
Cuando se es joven las aparentes realidades se les llama experiencias, cuando ya se ha recorrido camino de vida se convierten en problemas.
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