El apoyo del presidente Barack Obama a la construcción de una mezquita cerca de la “zona cero” de Nueva York reaviva la polémica ayer en Estados Unidos, adonde familiares de las víctimas de los atentados de 2001 se declaraban “atónitas” ante este gesto.
“El Presidente declaró obsoletos nuestros recuerdos del 11 de septiembre y el carácter sagrado de la zona cero”, al defender el viernes el controversial proyecto, denunció una de las organizaciones que agrupa a familiares de víctimas de los ataques contra las Torres Gemelas en Nueva York, que dejaron unos 3,000 muertos en 2001.
“Estamos atónitos”, indicó la organización “Familias del 9/11 para una América Fuerte y Segura”, que considera que Obama “abandonó Estados Unidos en el lugar en el que el corazón de Estados Unidos se rompió hace nueve años, y donde sus verdaderos valores estaban a la vista de todos”.
“Ahora este Presidente declara que las víctimas del 9/11 y sus familias deben soportar otra carga. Debemos mantenernos callados en el último lugar en Estados Unidos adonde todavía se recuerda (el atentado del) el 9/11”, añadió.
Reacciones
En una intervención a favor de la libertad de culto, Obama afirmó el viernes durante una cena de Ramadán en la Casa Blanca que “el derecho a construir un sitio de oración y un centro comunitario en una propiedad privada en el bajo Manhattan está de acuerdo con las leyes y normas locales”.
El Presidente hablaba por primera vez sobre este asunto que genera mucha polémica desde que el Consejo Municipal de Nueva York aprobó en mayo la construcción de una mezquita cerca de la “zona cero”.
Ayer volvió a abordar el tema ante periodistas. “En este país tratamos a todo el mundo de manera igualitaria, y conforme a la ley, sin tener en cuenta la raza o la religión”, dijo Obama en el balneario Panamá City, Florida, sudeste, donde pasa el fin de semana en familia.
Obama ha subrayado que los enemigos de EUA no respetan la libertad de religión y la causa enarbolada por Al Qaeda -responsable de los atentados terroristas de 2001- “no es el islam, es una gran distorsión del islam”.
La intervención de Obama contiene un potencial riesgo político, de cara a las elecciones legislativas de noviembre.
Un sondeo CNN/Opinion Research difundido recientemente, reveló que el 68% de los estadounidenses se opone a la construcción de esta mezquita y el 29% se declara a favor.
La oposición republicana no desperdició esta oportunidad: el representante de Nueva York en la Cámara Baja del Congreso, Peter King, acusó al Presidente de haber “cedido a favor de lo políticamente correcto”.
Para el republicano, la comunidad musulmana abusa de sus derechos y ofende inútilmente a muchas personas con este proyecto.
El Centro para las Relaciones Islámico-estadounidense saludó la intervención de Obama, estimando que debería “servir de aliento a quienes combaten la creciente islamofobia en el país”.
Varias asociaciones de musulmanes estadounidenses se declaran preocupadas por el clima de islamofobia exacerbada en el país, sobre todo antes del 11 de setiembre, que coincide este año con el fin del Ramadán, que se rige por el calendario lunar.
Los partidarios del proyecto de construcción en Nueva York sostienen que la “Casa Córdoba” -la mezquita y un centro comunitario musulmán- ayudaría a sobreponerse a los estereotipos que perjudican a la comunidad musulmana de la ciudad desde el 11 de setiembre de 2001.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, estimó que la intervención de Obama fue una “defensa elevada y clara de la libertad de culto”.
Los opositores aseguran que construir una mezquita tan cerca de la “zona cero” es un insulto a la memoria de las víctimas.
Fuente: Laprensa.hn
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