Estimados amigos:
Antes que nada, y como leonés que soy, mil felicidades a Chuy por lograr el bicampeonato.
Le has dado a la gran afición leonesa más alegrías en cinco años que no te puedo llegar a explicar.
Eres un presidente ejemplar que ha logrado entender que primero es ganar trofeos y que la consecuencia de esos triunfos son los ingresos.
Has contratado un gran entrenador. Un entrenador con una enorme mística que se la ha sabido comunicar a sus jugadores.
Y has podido mezclar a una gran variedad de jugadores de diferentes edades y provenientes de distintos lugares ,que se han identificado entre ellos increíblemente bien.
Como tampoco puedo olvidarme de los cuatro seleccionados que van aportar su granito de arena en la selección. Sin olvidarme también que tres de ellos fueron rechazados por otros clubes y que Matosas los entendió, los cobijó y les enseñó, llevándolos al lugar donde merecen estar. Y obviamente sin olvidarme de Rafa Márquez, el capitán del equipo y el capitán de la Selección, que a sus treinta y tantos años,esté jugando con tanto entusiasmo como cuando era niño.
Chuy:
Después de sufrir diez años me has devuelto mi sonrisa y mis ganas por disfrutar el fútbol mexicano y de volver a sonreír.
Mil gracias, Chuy… Y que continúen más trofeos para mi querida Fiera. Ahora te toca a ti, mi querido Jesús.
Nos conocemos hace mil años. Conozco perfectamente tu trayectoria profesional.
Como todo clásico empresario, empezaste con un club quebrado, desmoronado y sin rumbo.
El amor al fútbol y a tu ciudad te impulsó a sacar tu proyecto adelante. Agarraste al Pachuca como un club y lo convertiste en una gran institución. Invitaste a Andrés Fassi para que te acompañe en esta aventura.
Y no te equivocaste…
Fue la persona adecuada.
Hoy, mi querido Jesús, tienes una gran institución.
Mi amigo y profesor Q.E.P.D. Carlos Llano me explicaba en el IPADE que lo más importante que pueda tener un empresario era su creatividad, su creatividad para innovar y renovar sus empresas.
Que mientras más innovador eras, a tus empresas le iba a ir mejor.
Me platicaba y me enseñaba que el empresario que tenga como objetivo primario las utilidades estaba condenado a la mediocridad.
¿Y porqué a la mediocridad le preguntaba yo?
Pues muy fácil, Carlitos (así me decía), las utilidades de las empresas son la esencia de los negocios.
Si no tienes utilidades en tu empresa, mejor ni la abras.
Y que la base de cualquier negocio era la empresa-familia.
Una vez que das por hecho tus utilidades, lo más importante en las empresas es buscar el bienestar de tus colaboradores y el de sus familias.
Así de fácil me explicaba la esencia de los negocios.
Tú, mi querido Jesús, lo sabes y lo entiendes perfectamente.
Has creado una institución del siglo 21. Tu Universidad del Fútbol es maravillosa. Las instalaciones de tu club son absolutamente primermundistas. Y tu visión como empresario la tienes muy clara.
Obviamente, Jesús, no puedo terminar mi carta sin antes mencionar tu Salón de la Fama.
Habiendo tantos clubes en el mundo, habiendo tantos países afiliados en la FIFA, habiendo tantos empresarios e instituciones de primer mundo, a ti se te ocurre honrar a los futbolistas poniendo un gran museo en Pachuca.
Esa es simplemente creatividad y amor a tu profesión.
Ojalá, otros dueños sigan su ejemplo.
Le harían mucho bien al fútbol.
Artículos Relacionados: