Llegamos nuevamente a un período de olimpiadas y todos los países están por mandar a sus atletas, incluyendo a Israel, quien previamente efectuó una ceremonia en el monumento dedicado a los once deportistas que murieron en Münich en 1972.
Por lo visto el mundo sigue su marcha y aunque hay una especie de compás de espera para las elecciones a la presidencia en los estados Unidos, las quejas, los autobuses apedreados y las muertes se siguen dando, afortunadamente en menor escala en Israel y otros países que luchan por su democracia y seguridad. El 22 de julio en el marco de una gira por Medio Oriente, uno de los candidatos Barack Obama visitó Israel y durante su estadía se entrevistó con el presidente Shimon Peres, con el primer ministro Ehud Olmert, con el ministro de defensa, con el ministro del exterior y con el jefe de la posición parlamentaria Benjamín Netanyahu.
En ese contexto, habiendo visitado el Muro de los Lamentos y otras instalaciones de importancia en Jerusalem, Obama transmitió a sus interlocutores israelíes las ideas de defender incondicionalmente a Israel, cuya existencia la calificó como un “milagro” y que tratará de impulsar el tan llevado y traído proceso de paz con los palestinos, evitando una amenaza nuclear por parte de Irán.
Por otro lado y de acuerdo a ciertos estudios de compañías especializadas, señalan que la ciudad de Tel-Aviv está dentro de las 15 ciudades más caras del mundo, mientras Moscú es la que ocupa el primer lugar. La compañía “Mercer” realiza estos estudios en 143 ciudades del mundo midiendo 200 variables para establecer sus resultados. Como dato adicional se dice que la segunda más cara es la de Tokio y las más accesibles en precios bajos son Karachi, Quito, Ecuador y Asunción en Paraguay.
Mientras todo esto sucede y no obstante los esfuerzos del primer ministro Ehud Olmert, al parecer las estadísticas no están a su favor, pues se dice ha perdido la confianza de gran parte de la ciudadanía; sin embargo los esfuerzos por la paz con el representante palestino, han seguido su curso en la persona del presidente Shimon Peres, quien dice tener plena confianza en resolver los problemas que ambos pueblos adolecen.
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