A diario estamos manejando números, ya sea para hacer una cuenta, una fecha, un tiempo determinado, sin embargo en muchas de las ocasiones no hemos pensado ¿Qué hay detrás de cada número? Existen muchos significados y estos nos van a marcar una diferencia, de romper la rutina quizás, del cálculo de una cantidad de pesos, de estimaciones, de la subida y bajada de la bolsa, a quiénes les debo o me deben, en fin una gran variante en cuanto a los números se refiere, pero al recordar una fecha, esto lo hace más especial y así el 9 de este mes judío (Av) que acaba de iniciar, nos da a una fecha de reflexión, del recordatorio sobre la destrucción de los sagrados templos, por esa razón esta fecha es de mucho esmero, de un ayuno físico y sentimental para vaciarnos la alegría y llenarnos de mucha tristeza, de bajar eso peso de ego y de asentar la cabeza para adentrarnos y transportarnos en esos tiempos, sin embargo también nos lleva a reflexionar hoy en día en otros asuntos, porque no solamente es recordar un templo, un lugar, una tragedia, también debemos pensar en lo que estamos haciendo en la actualidad como Pueblo Judío, como personas, ya que podemos destruir o construir. Afortunadamente Hashem controla el mundo y de pronto manda situaciones para todos nosotros en que hagamos consciencia, las situaciones difíciles duelen y la mayoría no las entendamos, solo mencionamos que no es justo, pero a veces Hashem si le es legal hacerlo, donde aprieta con estos acontecimientos, desafortunadamente a veces hay vidas humanas que se pierden, pero al final entendemos que nos ama y poco a poco reflexionamos y despertemos para poder pensar o no estar en tonterías y así formularnos varias preguntas ¿Cómo nos relacionamos con nuestros semejantes? ¿Qué tanto nos respetamos? ¿Qué tanto aceptamos a nuevos integrantes que se unen al Pueblo Judío aunque hayan nacido en otra cultura? y de esta forma darles los mismos derechos como parte del Pueblo Judío y todo esto al no responderlo es la posible causa del odio entre nosotros, porque también nos marcamos al pelearnos y no unirnos al 100% y es cierto se puede hablar que han existido odio al Pueblo Judío por parte de otros pueblos, pero también no descartar que también a veces nosotros creamos odio en nuestra propia casa, nosotros no nos damos cuenta, pero cuando es demasiado tarde, muchas veces pensamos que se podría haberlo resuelto y simplemente se nos fue de control, la destrucción la creamos nosotros mismos, pero hay la posibilidad de que podríamos rescatar algo y una enseñanza del 9 de Av es pensar en volver a construir el Templo, pero también en construirnos como personas, porque el hecho de nombrarnos Pueblo Judío o “pueblo elegido” de Hashem, no es solamente destacar el título, sino más profundizarlo y hacer acciones y no simplemente que quede en la teoría y de hacernos más responsables por el nombre que llevamos.
Adentrarnos en el 9 Av empezó como lo fue tanto la destrucción del Primer Templo de Jerusalem, por el ejército de Nabucodonosor II, la destrucción del Segundo Templo por las legiones de Tito la caída de la fortaleza de de Betar y por consiguiente, el colapso de la rebelión de Bar Kojba seguido por la intensa persecución conducida por Adriano, la expulsión de los Judíos de Inglaterra por el Rey Eduardo I, la expulsión de los Judíos de Francia y el el destierro de los Judíos en España por el Rey Fernando y la Reina Isabel en 1492 y así ¿Cuántos más eventos necesitamos para reflexionar?, por lo tanto el objetivo principal de este día es de inspirarnos a recordar los malos actos y arrepentirnos, entendiendo que esas acciones fueron las que provocaron muchos de los problemas que vivimos hoy en día y que a muchas veces se necesitan situaciones difíciles para que despertemos y que así el próximo 9 de Av sea de alegría y no de tristeza.
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