SE ACERCA EL PASADO
Antes y después de la ceremonia, me vuelvo a encontrar con los hombres de edad, cadetes de 1914, haciéndose bromas y recordando buenos tiempos.
Pasan los años, los de Teniente de Corbeta, de Fragata, de Navío y de Capitán de Corbeta en diferentes comisiones, oficial de navegación, Instructor de Guardiamarinas, profesor en la HENM, navegación en barcos científicos nacionales y extranjeros, estudios de postgrado en EUA.
Llega el momento de una gran responsabilidad, siendo Comandante del buque oceanográfico H-02 (DM-20), me nombran Jefe de Científicos en la operación Internacional para estar medio año en el Océano Atlántico Ecuatorial, junto con otros 50 buques científicos de diferentes nacionalidades, esparcidos por los tres océanos: En el Océano Atlántico están: Alemania Democrática, Alemania Federal, Brasil, Canadá, Estados Unidos de América, Ex Unión Soviética, Francia, Holanda, México y Noruega. Y para entretenerme más, soy el coordinador de los buques Ex soviéticos, alemán democrático y el brasileño. Vale la pena mencionar que entre buques científicos internacionales, cada país es responsable de la operación de sus buques, no se dan órdenes, son solamente recomendaciones, sugerencias y coordinación de actividades.
La primera etapa se inició el 26 de diciembre de 1978, hasta principios de abril de 1979. Tres semanas en Veracruz para reparaciones, avituallamiento y descanso del personal. La segunda etapa fue del 22 de abril hasta el 24 de julio de 1979. El punto de investigación fue al noreste de Brasil en 7°30′ N de latitud y 42°30’ W de longitud. (Ver anexo).
Volvamos a las tres semanas de abril de 1979 en Veracruz, al regresar al puerto base había muchas actividades que realizar y coordinar. El personal necesitaba un buen descanso, pero debía de dosificarlo porque el buque necesitaba mucha atención, maquinaria, cubiertas, frigoríficas, aires acondicionados, cabrestantes (winches), avituallamiento de toda clase, otros equipos científicos, etc., etc.
EL PASADO AL FRENTE
El Mando de la Tercera Zona Naval me da comisión para los eventos a realizar el 21 de abril de 1979. Primero, enlace con el Embajador de los EUA, después me lo cambian, para coordinar todas las actividades con los cadetes sobrevivientes de 1914. Así que después de estar toda la mañana y parte de la tarde, regresaba al buque oceanográfico H-02 para hacer mis actividades como Comandante y jefe de Científicos. El 20 de abril, estando con el coordinador General del evento, ve mi barco maniobrando a media bahía.
-“¿Cómo le hace Usted Comandante? ¿Tiene control remoto?”
-“No mi Capitán (de Navío), tengo buenos colaboradores”.
Llega la fecha, 21 de abril de 1979, mi primera responsabilidad es tener a los ocho sobrevivientes en el monumento del 21 de abril, donde el Sr. Presidente Lic. José López Portillo hará una guardia de honor junto con los cadetes de 1914.
En el tiempo de espera, tenía a mis distinguidos huéspedes en la sombra… cuando llega un oficial del Estado Mayor Presidencial para ordenarme que pusiera a las personas en el Monumento. Al que le contesté que No lo haría, eran personas de 85 a 90 años, “Cuando vea venir al Sr. Presidente con su comitiva, moveré a los Cadetes de 1914”. Está bien, me contestó.
Efectivamente, cuando se acercó el Sr. Presidente, moví a mis cadetes antiguos, muy antiguos, al Monumento. Cuando estaban formados como niños de párvulos, se decían unos a otros “estira las manos, muy derechito, etc.” En ese momento se me acercó un hombre, tal vez nonagenario, con sombrero de cuatro bolas, clásico sombrero jarocho y me dijo:
– “También soy sobreviviente del 21 de abril de 1914”,
-“¡Claro! No hay problema, fórmese con sus colegas”.
Así, llegó el Sr. Presidente, saludó a todos y se hizo la Guardia de Honor.
Ahora, a viajar por helicóptero que se encontraba en el muelle de la “T”, para trasladar a mis cadetes antiguos a Antón Lizardo, a la nueva HENM y llegar antes que el Sr. Presidente, el cual se trasladaría por tierra.
Muy obedientes mis distinguidos hermanos antiguos, se subieron al helicóptero. El día estaba precioso, los arrecifes se distinguían muy bien, la vista a la costa era espectacular, entonces les dije:
-“Ahora, pueden apreciar esta magnífica vista”. Donde me contestaron
-“Ya no podemos ver Capitán, discúlpenos” Me quería morir.
Llegamos a tiempo, un vehículo nos esperaba junto con una ambulancia que había dispuesto, para cualquier emergencia. La ceremonia inició a tiempo, muy emotiva como siempre, pero en esta ocasión condecoraron a uno de mis cadetes muy antiguos, ESTABAN MINOR CARRO, con la medalla al Mérito Facultativo Naval, Primera Clase. Único cadete de la HENM que realizó dos años en uno. Honor a quien Honor merece.
Terminó la ceremonia y ya con calma, en un autobús de la Armada de México, seguido por la ambulancia, regresamos a la ciudad y puerto de Veracruz.
ENCUENTRO CON EL PASADO
Ya en el Puerto, Esteban Minor Carro, me pidió que pasáramos al Panteón Civil, donde en esos años se encontraba la tumba de VIRGILIO URIBE.
Caminamos hasta donde se encontraba la tumba del Cadete VIRGILIO URIBE. Como siempre y desde el principio Minor Carro era el brigadier. Uno de los compañeros le pidió nuevamente que él tomara la palabra.
El momento más emotivo de mi vida naval daba comienzo, cuando todos los cadetes de 1914 rodeaban la tumba:
“VIRGILO, estamos aquí nuevamente, como todos los años que hemos podido, para estar contigo unos momentos, y agradecerte profundamente tu sacrificio, el cual, junto con JOSÉ AZUETA hicieron de nuestra ALMA MATER, HEROICA. El Sacrificio de ustedes no fue en vano, muchos jóvenes siguen sus pasos para dar lo mejor de sí por nuestro MÉXICO. Gracias VIRGILIO, muchas gracias, pronto estaremos contigo para abrazarte y recordar muchas anécdotas”.
Ese fue mi encuentro con los HEROES NAVALES DE 1914.
Continuará…
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