La gran diferencia entre los seres vivos de la
creación y el ser humano es su capacidad para
pensar.
Las facultades mentales y psíquicas en el ser
humano son su carta más valiosa.
El cerebro humano no debe jubilarse nunca…
Las capacidades intelectuales declinan cuando no se utilizan…
Existen en el cerebro humano un número
astronómico de células nerviosas que potencian
su enorme capacidad cerebral…
Por lo tanto la vejez es un hecho inexistente.
Ahora viene el gran reto: ¡ATREVETE A SABER!
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