-
En la tienda de abarrotes.
-
– ¡Por favor, deme dos latas de sardinas!
-
– ¿De cuáles sardinas prefiere? Tenemos portuguesas, marroquíes, españolas. Las que sean. Al fin no voy a hablar con ellas.
-
-»-
-
Una viejita pide:
-
– ¡Por favor, deme diez gramos de queso.
-
– ¿Usted se está burlando de mi?
-
– ¡Sálveme Dios! Si me burlara, le pediría que me lo cortara en rebanadas.
-
-»-
-
– ¡Sr. Rabinovich! Su esposa le pide contestar al teléfono!
-
– ¿Pide? Si pide, no es mi mujer.
-
-»-
-
– ¿Jaim, eres tu?
-
– ¿Qué haces?
-
– Estoy comiendo.
-
– ¿Qué estás comiendo?
-
– No te lo puedo decir por teléfono.
-
-»-
-
– Por favor, quiero hablar por teléfono al pueblito Ivanovo cerca de Moscú.
-
– No tenemos línea.
-
– Entonces conécteme con Nueva York.
-
– Puede hablar, le doy Nueva York.
-
– Alo, aquí Nueva York. ¿Con quién desea hablar?
-
– Por favor conécteme con el pueblito Ivanovo, cerca de Moscú.
-
– Aquí Ivanovo, ¿con quién desea hablar?
-
-»-
-
– ¡Perdón!¡ ¿Es la sociedad Pamiat (organización antisemita rusa)?
-
– Si aquí es. ¿Qué necesita?
-
– ¿Ustedes escribieron que los judíos vendieron a Rusia?
-
– ¿Qué quieres maldito judío?
-
– Venía yo a recibir mi parte de la venta.
-
-»-
-
– ¡Hay vida en Marte?
-
– No, allí tampoco hay.
-
-»-
-
Dos polacos están en la cárcel.
-
– Por culpa de los judíos estamos aquí.
-
– Pero no quedaron judíos en Polonia.
-
– Precisamente. Si los hubiera, ellos estarían aquí.
-
-»-
-
En el mercado de Odesa.
-
– Dígame, por favor. ¿Qué le da de comer a su gallina?
-
– ¿Para qué quiere saber?
- – Yo también quiero adelgazar como ella.
EL PILÓN DE INTERNET
Conversación entre Dios y un asesor militar.
-
Dios: quiero un reporte completo de cómo andan las cosas en la tierra.
-
Asesor militar: Los iraníes están fabricando la bomba atómica, dicen que van a borrar a Israel del mapa y que eso será pronto.
-
Dios: ¿Y está fea la cosa?
-
Asesor militar:¿Fea?… ¡Feísima!
-
Dios: ¿Y qué hace mi pueblo?
-
Asesor militar: Bueno, en su mayoría, van a la playa, a los cafés al aire libre, al teatro, comen y beben opíparamente, es decir, disfrutan de la vida.
Dios: ¡¡Oy vey, otra vez confiando en mí!!
Artículos Relacionados: