El autor Stephen King nació con ese nombre.
Hasta el último recuento, 54 novelas y siete libros de no ficción para King que aduptó un seudónimo y eligió el nombre sospechosamente judío Richard Bachman.
King tomó el nombre de su banda favorita, los rockeros canadienses Bachman-Turner Overdrive, que lleva el nombre de Randy Bachman, quien creció Mormón, aunque en una comunidad judía en Winnipeg, en Manitoba, Canadá.
King, que cumplió 72 años esta semana, fue criado metodista y todavía se identifica como tal. Sin embargo, los temas y personajes judíos aparecen a lo largo de su vida y obra.
King les dio a sus hijos los mismos nombres judíos de José y Naomi Raquel. (Para ser justos, también tiene un hijo llamado Owen). La segunda novela de King, «Salem’s Lot», se encuentra en la ciudad ficticia de Jerusalem, Lot, Maine.
La novela de terror de 1986 «King» de King incluye un contador judío llamado Stanley Uris, un guiño al novelista de la vida real Leon Uris de «Exodus» y «Mila 18». King siempre fue admirador y defensor de autores exitosos como Uris y el ganador del Premio Pulitzer Herman Wouk.
King escribió las letras para un álbum tributo al grupo judío de punk-rock Ramones y grabó una introducción hablada en una versión del sencillo «Astronomy» del grupo judío de hard-rock Blue Oyster Cult.
En su ensayo de 1994, «El vecindario de la bestia», King relata tropezar con los graffiti de los baños que leen «Salva a los judíos rusos, recoge valiosos premios». En una historia corta posterior, «Todo lo que amas será llevado», publicada en 2001, su personaje principal, Alfie Zimmer, un vendedor ambulante, se obsesiona con los extraños graffiti de baño que encuentra en sus viajes. King recicló el graffiti «Salve a los judíos rusos» en la historia.
En su novela de 2001 «Dreamcatcher», el personaje de Joe «Beaver» Clarendon está «convencido de que las personas llamadas Rothschild y Goldfarb dirigían el mundo». King basó a Beaver en su tío de la vida real Oren, y relató que «bebió un poco y tenía teorías oscuras sobre cómo los judíos manejaban el mundo».
Una de las obras más conocidas de King, «The Shining», convertida en película por el genio del cine judío Stanley Kubrick, quien ‘judaizó’ la historia.
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