Esta semana pasada los judíos de todo el mundo nos reunimos para celebrar Shavuot, festividad que conmemora la entrega de la Torá por parte de Di-s a Moisés en el Monte Sinaí. También conocida como Fiesta de las Primicias, a través del ofrecimiento de los primeros frutos o cosechas de espigas, representando el reconocimiento de Di-s como Proveedor de todas las cosas y Señor de su Pueblo Escogido.
Así esta celebración no solo nos recuerda la relación eterna entre Di-s y el Pueblo Hebreo, a través de los ideales que proclama la Torá que son el monoteísmo, la justicia y la responsabilidad, los cuales nos definen como seres humanos hijos del Creador.
Siendo los preceptos de la Torá de esta forma, la base moral de toda civilización occidental desde esa fecha hasta hoy. Como así lo expresa (Deuteronomio 29:13)
“Yo estoy haciendo el pacto con aquellos que están aquí hoy, y también con aquellos que no están hoy aquí.”
Entonces qué pasa con esos Diez Mandamientos que fueron grabados en dos tablas de piedra y que desde esa época hasta la actualidad siguen siendo transgredidos, generación tras generación, púes que no se cumplen a cabalidad por todo el mundo, ya que si se cumplieran, no ocurrirían masacres como las de este fin de semana tan trágico en Orlando, Florida.
Donde la intolerancia, le arrebato la vida a 53 personas y dejó mal heridas a otras 50, siendo este hecho calificado de terrorismo, aunque en realidad es una violación al Sexto Mandamiento que dice ¡No Matarás…!
Porque uno que vierte sangre, mutila a la Shejiná (Presencia Divina,) ya que cuando alguien mata a un ser humano que fue creado a imagen y semejanza de Di-s, es como si hubiera dañado a Hashem mismo.
Así que no importa si eres heterosexual, homosexual, bisexual, transexual, lesbiana, transgénero o la opción con la que te sientas más identificado, sigues siendo una criatura de Di-s y por ende eres sagrada e intocable y si Di-s te dio la vida, nadie te la debe arrebatar.
Por ello, no permitamos que una ideología asesina quebrante el principio fundamental del respeto a la vida. Porque amarás a tu prójimo como a ti mismo (Levítico 19:18.)
(Especial para el Diario Judío.com de México)
14 06 2016
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