La desventaja de pensar por tu cuenta es que los demás sabrán que ya no eres como ellos que no piensan por su cuenta, sino que son seres pensados por otros. No importa que tengas o no razón. El hecho mismo que pienses te hará una persona que serás diferente. Y digo diferente porque los demás son todos iguales, ya que nadie piensa por su cuenta, sino que son seres pensados por alguien más que tampoco piensa. Pensar por tu cuenta es tan abominable para los demás que no pueden soportar otro pensamiento más que el que a ellos le impongan aunque no estén de acuerdo.
Los necios no son los que no piensan. Los necios no saben que son necios porque creen que piensan, cuando realmente son seres pensados por alguien que, a su vez, es un ser pensado. Y el primero fue tan inteligente que logró que todos sus seguidores le obedezcan aún no estén de acuerdo. Pero no le obedecen por estar o no de acuerdo, sino por tener la facilidad que alguien más se tome el trabajo de pensar y no ser ellos mismos los que lleven esa ardua tarea. Esas personas no razonan.
El inteligente no es aquel que sabe mucho, ni siquiera el que piensa, sino aquel que escucha y analiza desde su perspectiva, permitiéndose pensar y analizar aun diferente a la mayoría. No importa qué conclusiones saque, siempre será alguien inteligente. Y eso es referente a lo que sea: a textos de grandes filósofos, a la biblia, a grandes médicos o a un compañero o alguien que casualmente se sentó a tu lado en el transporte público, a quien sea.
Dejarte llevar porque tal cosa la dijo tal persona no es más que ser un tonto, no un necio, ya que el necio no sabe que es necio. Él cree que piensa.
Si eres inteligente, analizarás incluso éstas palabras y no responderás tan rápido sin antes analizar.
Artículos Relacionados: