300 gramos de espinacas frescas o congeladas, escurridas y picadas
500 gramos de queso ricotta
1 huevo
1 taza de queso mozzarella rallado
1/2 taza de queso parmesano rallado
2 tazas de salsa de tomate
2 dientes de ajo, picados
1 cucharada de aceite de oliva
Sal y pimienta al gusto
Hojas de albahaca fresca para decorar (opcional)
Modo de preparación:
Precalentar el horno a 180°C (350°F).
Cocinar las láminas de lasaña según las instrucciones del paquete. Luego, escurrirlas y reservarlas.
En una sartén grande, calentar el aceite de oliva a fuego medio. Agregar el ajo picado y saltear durante unos minutos hasta que esté fragante. Luego, añade las espinacas picadas y cocinarlas hasta que se marchiten. Escurre cualquier exceso de líquido.
En un tazón grande, combinar las espinacas cocidas, el queso ricotta, el huevo, la mitad del queso mozzarella y la mitad del queso parmesano. Mezclar bien y sazonar con sal y pimienta al gusto.
Extender una capa fina de salsa de tomate en el fondo de una fuente para horno.
Extender cada lámina de lasaña cocida y colocar una porción de la mezcla de espinacas y queso en el extremo de cada lámina. Enrolla las láminas cuidadosamente y colócalas en la fuente para horno, con la costura hacia abajo.
Verter el resto de la salsa de tomate sobre los rollos de lasaña y espolvorear con el queso mozzarella y el queso parmesano restantes.
Cubrir la fuente con papel de aluminio y hornear durante 20-25 minutos, hasta que el queso esté derretido y burbujeante.
Retirar el papel de aluminio durante los últimos minutos de cocción para que el queso se dore.
Retirar del horno y decorar con hojas de albahaca fresca si lo deseas.
Sirve los rollos de lasaña calientes y disfruta de esta deliciosa y reconfortante comida.
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