A nuestra tía Balbina que nos legó su afecto y una herencia economica,con agradecimiento y siempre en el recuerdo.
A Juan Sánchez Huertas,maestro ejemplar y conservador de Chozos y que me regaló en mi despedida una escultura suya de granito de Quintana.
A Carlos, ermitaño en el Santuario de la Serena.y quien riega todos los días el azufaifo dedicado a mi hermana Isabel.
En el comienzo de este tórrido verano,y por motivo de una pequeña herencia, en compañía de mi primo José Escudero, nos encaminamos a CAMPANARIO. El trayecto, grato y la conversación placentera.
En CAMPANARIO la familia nos recibió afectuosa y con la alegría y hospitalidad de siempre. Ese mismo dia tuve tiempo de saludar y abrazar a casi todos los miembros de la nutrida saga delos Escuderos. ¡Larga y fecunda vida a todos ellos¡
Al dia siguiente nos acercamos a la Ermita de La Virgen de Piedraescrita, el Santuario de la Serena y en cuyo recinto hace 25 años planté cipreses,pinos y olivos que testimonian mi singular amor a Israel.
Gran alegría tuvimos al contemplar el estupendo aspecto que presentaba el azufaifo que el mes de abril plantaron en memoria de mi hermana Isabel, mi primo Luis de la Cruz y el ermitaño Carlos que se encarga de regar todos los días todos los árboles.
Por la tarde y en compañía de mis primos Zacarías y Luis nos fuimos a Quintana de la Serena, la ciudad del granito, y allí depositamos un ramo de flores en el monolito dedicado a mi difunta hermana. Fue grato poder saludar,hablar y abrazar a queridos paisanos y amigos como son Francisco Manzano,maestro,y Juan Francisco Dávila, conservador del Santuario Tartéssico de Cancho Roano,y quien nos habló de los portentosos hallazgos en el yacimiento del Turuñuelo, en Guareña.
Mi gratitud a Zacarías y su encantadora esposa que me dieron hospitalidad durante tres dias. A Pepe ,hermano de Amparo.
No olvidamos la calidez de mi primo Antoñito, que siempre se desvivive conmigo. A Anita, la solicita esposa de mi primo Luis, a María,la hija de ambos, a Inesita, a Joseíto, Goyo… Todos ellos están en mi corazón.
Gracias a todos y cada uno de vosotros que vivís en Extremadura, la Otra Tierra de Promisión.
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