El primer ministro sueco, Stefan Löfven (foto), calificó al partido neonazi Resistencia Nórdica como “la escoria de la historia” y prometió al Congreso Judío Mundial que tomará medidas para prohibirlo, después de marchas convocadas por ese movimiento en las ciudades de Kungälv y Ludvika.
También anunció que promoverá una investigación gubernamental con el objetivo de penalizar a quienes participen en esa organización racista.
Asimismo, el jefe de gobierno destacó la labor realizada por El Foro de la Historia Viva, la autoridad pública sueca a cargo de impulsar la tolerancia, la democracia y los derechos humanos, y al recientemente creado Centro Sueco para Prevenir el Extremismo Violento.
Además, Löfven se comprometió a duplicar la seguridad estatal para las instalaciones religiosas, incluidas las instituciones judías.
Muchos ven al movimiento Resistencia Nórdica, que tiene filiales en Noruega, Dinamarca y Finlandia, como una amenaza para la democracia sueca porque recurre a una retórica violenta y despliega entrenamiento y medios de tipo militar.
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