Todos los miércoles suben a escena dos de los personajes más emblemáticos del teatro contemporáneo, Estragón y Vladimir, dos marginales que inventan una serie de juegos para transitar por la vida y hacerla lo menos aburrida posible. Ellos esperan a Godot, que es la significación del tiempo, símbolo creado por el hombre para distraer su angustia provocada ante el abismo de encontrarse solo. Esa soledad es planteada por Samuel Becket en la obra más radical jamás escrita en la historia del teatro, Esperando a Godot, que se presenta los miércoles a las 20:30 horas en el Círculo Teatral, localizado en la calle de Veracruz 107, colonia Condesa.
Bajo la dirección de José Luis Cruz, actúan David Ostrosky, Josafat Luna, Sergio Acosta, Evaristo Valverde y Andrea Acosta. Ellos encarnan personajes que insistentemente buscan un espacio para su encuentro fortuito con Godot y el azar los lleva a encontrarse en el vértice del abismo, en un espacio poético temporal llamado teatro, con otros personajes que representan la decadencia y la maldad con la que el ser humano trata a sus semejantes. Para Beckett no hay salvación, sólo existe el vacío.
Esperando a Godot se escribió en los años 50 del siglo XX. Es un teatro de posguerra, existencialista. La propuesta de José Luis Cruz es recrear el contexto que vivimos “el de la violencia, donde no hay de dónde asirse”. La obra es un parteaguas de la dramaturgia y cima de la corriente del teatro de lo absurdo. Sus personajes encuentran una fuerza motriz que los mueve al conflicto que no es convencional y canalizan la energía por medio de elementos cercanos al clown y la farsa.
Esperando a Godot se presenta los miércoles a las 20:30 horas en el Círculo Teatral, localizado en la calle de Veracruz 107, colonia Condesa.
¿Quizás podrían traer nuevamente a México a Shane Baker y presentar esta obra en su exitosa versión de Nueva York en Yiddish?
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