De lo que me platicó mi abuela Esther Sroka Bocheneck, es que Adolfo vino a México por Veracruz, vía Casa Blanca, Marruecos. Estuvo en Gurz, en los campos de trabajo en Vichy, Francia. El estuvo con su familia en Bruselas, Bélgica y resulta que llegaron los Nazis sin avisar, mi abuelo trató de ir a la Embajada Americana para sacar papeles y así viajar a Nueva York con su hermana.
La primera vez los Nazis no lo reconocieron, pero el alcanzó a ver a su familia y les dijo: “Ya llegaron los Nazis a Bruselas, voy a ir de nuevo a la Embajada americana, si no regreso en 3 horas, quiere decir que me han deber agarrado. Entonces les voy a pedir que se vayan a Paris con la hermana de Esther (Tia Guta)”. Y ahí fue que mi abuela y mi padre Enrique (Chaim) Sroka perdieron a mi abuelo por 7 años durante la segunda guerra mundial. Ellos lograron llegar con mucha lucha hacia un puerto donde salían barcos a Inglaterra. Finalmente, ellos pasaron la guerra en Inglaterra y cuando terminó, la Cruz Roja encontró a mi abuelo.
Adolfo Sroka que se encontraba en México, como empresario de la fábrica de Telas “El Merino”.
Cuando vi el documental de Lilian Liberman “Visa al Paraíso ” entendí muchas cosas que un día mi abuela me había platicado con lágrimas de Alegría. Y le agradezco a Don Gilberto Bosques por haber tenido la bondad y entendimiento de un Ser Superior que entendió como salvar al pueblo de Israel de un Doloroso Exilio.
Shoshana Gertz, nieta de Adolfo Abraham Sroka.
Artículos Relacionados: