Israel estaría dispuesto a aceptar un acuerdo con Irán a cambio de una compensación de EE.UU.

El Congreso de Estados Unidos no podrá frenar la firma del acuerdo nuclear con Irán, según recientes evaluaciones de fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores, la comunidad de inteligencia y AIPAC, quienes ahora creen que sería momento de cambiar el rumbo.

Fuentes de Jerusalem se han dado en cuenta, en cambio, de que están luchando por una causa perdida y que Israel tiene otra ruta que podría ayudar con sus intereses: principalmente pedirle a Estados Unidos una compensación en forma de armas costosas u otros favores.

El primer ministro israelí, Benjamin Nentanyau, podría seguir luchando por el quiebre del acuerdo o podría resignare y pedir beneficios americanos a cambio, remarcaron las fuentes. Un funcionario de alto rango del gobierno dijo a Yedioth Ahronoth, medio hermano de Ynet: “La Casa Blanca está dispuesta a pagar un alto precio para tener cierta calma de los israelíes en este punto. Estamos sorprendidos de que no se haya hecho la demanda”.

Hace una semana el Senado de Estados Unidos votó a favor de un proyecto que permitiría al Congreso revisar cualquier acuerdo nuclear que el presidente Barack Obama quiera firmar con la República Islámica. Según la legislación, habría 30 días para revisar el acuerdo y pasar una moción para que no se apruebe. Esta iniciativa es considerada solo en principio e incluso el líder estadounidense decidió no oponerse. Sus oponentes no pudieron pasar una enmienda que requería que cualquier acuerdo sea entregado al Senado como un tratado. Bajo la constitución ello requeriría la aprobación de dos tercios del Senado.

Uno de los senadores más importantes y vocales que trabaja contra el acuerdo nuclear iraní es el ex presidente del Comité de Relaciones Extranjeras del Senado, el demócrata de Nueva Jersey Robert Menendez.

Los opositores, incluyendo a aquellos en la Oficina del Primer Ministro de Israel, habían esperado que éste frenara la aprobación de la iniciativa, principalmente porque era el demócrata que estaba dispuesto a hablar contra la Casa Blanca. Sin embargo se abrió recientemente una investigación de corrupción contra él, lo que llevó a que las esperanzas se achicaran.